TOKYO.- La Inspectoría Laboral de Gifu reconoció que la muerte de un extranjero fue por karoshi (fatiga laboral).
Se trata del filipino Joey Tokunan (27) quien en los últimos tres meses trabajó en promedio entre 96 y 122 horas extras.
Según Asahi Shimbun, la víctima trabajaba en calidad de aprendiz técnico en el rubro de fundición en una fábrica de la ciudad de Kakamigahara.
Tokunan llegó en agosto de 2011 para desempeñar labores relacionadas al corte de metales y pintura de piezas metálicas.
El extranjero quien mantenía a su esposa e hija de 5 años de edad falleció repentinamente de paro cardiaco en abril de 2014, tres meses antes de retornar a su país para reencontrarse con ellos, cuando se descansaba en su vivienda.
Una investigación de las autoridades laborales permitió conocer que en los tres meses precedentes a su muerte, Tokunan laboraba más horas extras a las permitidas en la legislación vigente.
La Inspectoría Laboral determinó que la fábrica debía indemnizar en un primer momento con tres millones de yenes a los familiares de Tokunan.
Además deberá pagar 2 millones de yenes anuales hasta que el hijo de la víctima obtenga la mayoría de edad.
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