TOKIO.- Hoy jueves 19 de septiembre se celebra el Myōji no hi [苗字の日] (Día del Apellido) en el archipiélago nipón.
La conmemoración que tiene su origen en un decreto del 19 de septiembre de 1870, durante la era Meiji (明治).
En este día, se promulgó el «Permiso para el uso de apellidos por plebeyos» (平民苗字許可令), que permitía a los ciudadanos comunes, los plebeyos, adoptar apellidos, algo que anteriormente estaba reservado para la nobleza y los samuráis.
Antes de esta medida, el uso de apellidos era un privilegio exclusivo de las clases altas, como los aristócratas y guerreros.
Sin embargo, aunque el decreto permitió el uso de apellidos a los plebeyos, su adopción no fue inmediata ni masiva.
Muchas personas carecían de habilidades de lectura y escritura, lo que dificultaba la adopción de un apellido.
Además, la desconfianza hacia el nuevo gobierno Meiji era alta, y los ciudadanos temían que al adoptar un apellido se les impondrían nuevas cargas fiscales.
Debido a la reticencia inicial, en 1875, se emitió una nueva orden, el «Decreto de obligación de adopción de apellidos por plebeyos» (平民苗字必称義務令), que hacía obligatorio que todos los plebeyos adoptaran un apellido.
Esta obligación marcó un paso importante en la reorganización social y administrativa del Japón moderno.
Como resultado, el 13 de febrero es conocido como el «Día de la creación del apellido» (苗字制定記念日).
En cuanto al uso de los caracteres, Myōji – «苗字» (que también se escribe como «名字») tiene el mismo significado, aunque después de la Segunda Guerra Mundial, en 1946, con la introducción de la lista de caracteres kanji de uso común, el carácter «苗» perdió popularidad para escribir «myō» (みょう), y hoy en día se utiliza mayormente «名字».
En marzo de 2023, los apellidos más comunes en Japón son «佐藤» (Satō), con aproximadamente 1.84 millones de personas, seguido por «鈴木» (Suzuki) con 1.78 millones, «高橋» (Takahashi) con 1.39 millones, «田中» (Tanaka) con 1.32 millones y «伊藤» (Itou) con 1.06 millones de personas.
EL DATO
Este evento no solo marca un cambio legal, sino también un punto clave en la transición hacia una sociedad moderna en Japón, donde la identidad personal y familiar quedó registrada formalmente a través de los apellidos.
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