TOKIO.- Á partir del 19 de diciembre, Japón comenzará a reducir los subsidios gubernamentales que mantenían el precio de la gasolina controlado, generando un aumento gradual que podría alcanzar los 185 yenes por litro en febrero.

Esto ha desencadenado inquietudes tanto en los consumidores como en sectores dependientes del transporte, especialmente en zonas rurales y servicios esenciales.

 


Impacto en los consumidores: Aumento de costos durante la temporada de fin de año


Aumento de la demanda previa al alza:

Consumidores, especialmente personas mayores, han acudido en masa a las estaciones de servicio para llenar sus tanques antes del aumento de precios. Esto ocurre en un momento crítico, ya que muchos planean viajes largos por las festividades de fin de año.

•Carga económica:

En un año ya marcado por la inflación, el incremento en el costo del combustible se suma a las presiones económicas, especialmente para quienes dependen del automóvil en su vida diaria.

Zonas rurales: Una crisis inminente para las comunidades dependientes de vehículos

•Alta dependencia del automóvil:

En lugares como la prefectura de Gunma, donde el transporte público es insuficiente, el coche es una necesidad. De hecho, esta región tiene la mayor tasa de propiedad de vehículos por habitante en Japón.

•Servicios esenciales en riesgo:

Organizaciones que operan vehículos de venta ambulante, enfrentan serios desafíos. Estos servicios son esenciales para personas mayores en áreas rurales, quienes dependen de ellos para adquirir alimentos básicos.

•Los costos mensuales de gasolina han aumentado aproximadamente 2000 yenes en los últimos 8 años, alcanzando cerca de 10,000 yenes. Esto hace que los márgenes operativos sean casi inexistentes.

 


Perspectivas y preocupaciones futuras


Reducción gradual del subsidio:

Actualmente, el precio promedio de la gasolina se mantiene en 175 yenes por litro gracias al subsidio. Sin embargo, la eliminación progresiva amenaza con llevar el precio a niveles insostenibles para muchos.

•Servicios esenciales en peligro:

El personal de venta ambulante señala que, aunque buscan reducir costos, aumentar los precios de los productos afectaría directamente a sus clientes, en su mayoría jubilados con ingresos limitados.

 


Conclusión


La reducción de los subsidios al combustible en Japón no solo representa un desafío financiero para los consumidores comunes, sino también una amenaza directa para comunidades vulnerables y servicios críticos en zonas rurales.

 


EL DATO

La dependencia del coche en áreas rurales junto con la falta de alternativas, hace que el aumento del precio del combustible sea un problema social y económico de alta prioridad.


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