TOKIO.- Hoy se celebra el Hari Kuyō – 針供養 en el archipiélago nipón.

Es una ceremonia tradicional japonesa realizada el 8 de febrero o el 8 de diciembre, donde se rinde homenaje a las agujas de coser que han cumplido su función y ya no pueden ser utilizadas.

Es un acto de gratitud y respeto por estos pequeños pero esenciales instrumentos de trabajo, particularmente para quienes se dedican a la costura y la confección.

En este día, los costureros y sastres descansan de su labor y llevan las agujas rotas, oxidadas o gastadas a los templos y santuarios, donde son depositadas en bloques de tofu, konnyaku o similares, materiales blandos que simbolizan un descanso pacífico para las agujas tras años de perforar telas más duras.

 


Orígenes


El origen de Hari Kuyō – 針供養 se remonta al período Muromachi (1336-1573), cuando las agujas de acero comenzaron a fabricarse en grandes cantidades en Japón.

Sin embargo, la tradición como un evento religioso y cultural se consolidó en el período Edo (1603-1868), especialmente a través de la influencia del culto a Awashima-no-Kami (淡島神) una deidad vinculada a la protección de las mujeres, la costura y la salud.

Este culto se expandió gracias a los Awashima Gannin (淡島願人), monjes itinerantes que promovían el ritual en distintas regiones de Japón, contribuyendo a su difusión nacional.

 


Un rito


La tradición se basa en la creencia japonesa del animismo, donde se considera que incluso los objetos inanimados tienen un espíritu. Hari (針) significa “aguja” y Kuyō (供養) hace referencia a un rito de consagración o memorial, similar a los rituales budistas para los difuntos.

El Hari Kuyō – 針供養  es una forma de mostrar respeto por las herramientas de trabajo y, al mismo tiempo, orar por la mejora en las habilidades de costura.

Se cree que descartar las agujas con gratitud ayuda a evitar la mala suerte y atraer buena fortuna en el trabajo.

 


Significado y simbolismo


Hari Kuyō – 針供養 no es solo una despedida para las agujas usadas, sino que refleja algunos valores fundamentales de la cultura japonesa:

1.Respeto por los objetos: La filosofía del “mottainai” (no desperdiciar nada) está presente en esta práctica, pues reconoce la importancia de los objetos que han servido fielmente a su propósito.

2.Relación con la naturaleza y la espiritualidad: Se considera que incluso los objetos inanimados poseen una especie de “vida” o “espíritu”, por lo que merecen ser tratados con consideración.

3.Agradecimiento y purificación: Es un momento de reflexión para expresar gratitud por el trabajo realizado y empezar un nuevo ciclo con renovada energía.

 


Lugares famosos


Si bien Hari Kuyō – 針供養 se lleva a cabo en varios templos y santuarios a lo largo de Japón, hay algunos lugares particularmente reconocidos por la magnitud y tradición de sus ceremonias:

Awashima Jinja (淡嶋神社)

Ubicado en Wakayama. Es el epicentro del culto a Awashima-no-Kami, y una de las locaciones más emblemáticas para el  Hari Kuyō – 針供養.

Sensoji (浅草寺) 

Ubicado en el de Asakusa en  Tokio. Cada año se reúnen muchas costureras y artesanos para participar en la ceremonia.

 


Conexión con las festividades agrícolas: “(Koto Yōka – 事八日)”


Hari Kuyō – 針供養 también está relacionado con las tradiciones agrícolas japonesas, ya que se celebra en días clave del calendario:

•8 de febrero: O-koto Hajime (御事始め)

Marca el inicio del trabajo agrícola y del nuevo ciclo laboral anual.

•8 de diciembre: O-koto Osame (御事納め)

Indica el cierre de las actividades del año y el descanso antes de la llegada del Año Nuevo.

En Kansai y Kyushu, el Hari Kuyō – 針供養  suele realizarse el 8 de diciembre, mientras que en otras regiones es más común en febrero.

En el período Edo, algunas zonas de Japón consideraban el 8 de diciembre como el inicio del año O-koto Osame (御事納め) y el 8 de febrero como su conclusión O-koto Hajime (御事始め), vinculándolo a las celebraciones del Año Nuevo.

 


Conclusión: La trascendencia  en la cultura japonesa


Hari Kuyō – 針供養 es más que un simple ritual para desechar agujas viejas; es una expresión profunda de gratitud y reverencia hacia los objetos de uso cotidiano.

En un mundo cada vez más industrializado, este tipo de tradiciones recuerdan la importancia de valorar el trabajo manual y mantener una conexión respetuosa con los instrumentos que facilitan la vida.

Es un ejemplo del profundo respeto que existe en Japón por los objetos y el trabajo artesanal. Aunque ha disminuido su popularidad con el tiempo, sigue siendo practicado por costureras tradicionales, estudiantes de moda y profesionales del diseño textil.

 



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