TOKIO.-En la noche del 24 de febrero (hora de Japón), el primer ministro Ishiba Shigeru participó en una reunión virtual del G7, el grupo de las siete principales economías del mundo.
Este encuentro se llevó a cabo en un contexto muy simbólico: se cumplieron tres años desde que Rusia invadió Ucrania.
En la reunión también estuvo presente el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien expresó su gratitud y dejó claro que sigue confiando en el apoyo de los países del G7.
El mensaje clave de Ishiba: evitar un mal precedente y garantizar la paz
Cuando fue su turno de hablar, el primer ministro Ishiba destacó dos puntos fundamentales:
1.Poner fin a la guerra sin que quede la idea de que un país puede cambiar fronteras por la fuerza
•Insistió en que es crucial que la guerra termine de una forma que no deje la impresión de que se puede modificar el orden internacional con violencia.
•Su postura se alineó con la de otros líderes, especialmente con la de Estados Unidos, que sigue buscando soluciones diplomáticas.
2.Asegurar una paz justa y duradera para Ucrania
•Subrayó que no basta con detener los combates, sino que es necesario construir una paz sostenible que garantice la seguridad de Ucrania a largo plazo.
Además, Ishiba criticó con firmeza la cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte, argumentando que la seguridad de Europa y la del Indo-Pacífico (donde Japón está ubicado) están interconectadas. Japón ve con preocupación la posibilidad de que Pyongyang suministre armas a Moscú a cambio de ayuda económica o tecnológica.
Japón mantiene su postura: apoyo a Ucrania y sanciones a Rusia
Ishiba dejó claro que Japón seguirá ayudando a Ucrania y mantendrá las sanciones contra Rusia. También pidió que el G7 mantenga su unidad en este tema.
Palabras finales ante la prensa
Después de la reunión, Ishiba habló con los medios y reafirmó su condena a la invasión rusa. También reconoció el valor del pueblo ucraniano, que sigue resistiendo pese a los años de conflicto.
Sobre el contenido específico de la cumbre, Ishiba no dio muchos detalles, pero aseguró que no hubo grandes diferencias entre los líderes y que la declaración conjunta aún estaba en proceso de redacción.
Uno de los puntos más interesantes que mencionó fue la percepción del G7 sobre el papel de Donald Trump. Aunque el expresidente de EE.UU. ha sido una figura controvertida en este conflicto, en la reunión varios líderes valoraron que esté dispuesto a dialogar con Vladímir Putin para buscar la paz.
Conclusión
El mensaje de Japón en la cumbre del G7 fue claro:
•La guerra en Ucrania debe terminar, pero de una forma que no legitime el uso de la fuerza para cambiar fronteras.
•La seguridad de Europa y la región del Indo-Pacífico están conectadas, y Japón rechaza la alianza militar entre Rusia y Corea del Norte.
•Japón seguirá apoyando a Ucrania y sancionando a Rusia.
Este encuentro reafirmó que, a tres años del inicio de la invasión, el G7 sigue comprometido con el apoyo a Ucrania y la defensa del orden internacional.
Panorama
Han pasado tres años desde que Rusia invadió Ucrania. El gobierno japonés está preocupado por la actitud conciliadora del gobierno estadounidense de Trump hacia Rusia y por las negociaciones de alto el fuego entre Estados Unidos y Rusia.
Si el presidente Trump se apresura a lograr un acuerdo de paz que permita a Rusia obtener territorio ucraniano, esto podría alentar a China a intentar cambiar el statu quo en Asia Oriental.
El pasado 12 de febrero, el presidente Trump mantuvo una conversación telefónica con el presidente ruso Putin, en la que acordaron iniciar negociaciones para un alto el fuego en Ucrania.
Sin embargo, estas negociaciones se llevaron a cabo sin la participación de Ucrania, lo que generó preocupación en el gobierno ucraniano.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, expresó que cualquier decisión tomada sin la participación de Ucrania sería inaceptable.
Además, el 18 de febrero, Timofiy Milovanov, director de la Escuela de Economía de Kiev y exministro de Economía de Ucrania, criticó en sus redes sociales que el presidente Trump exigiera al gobierno ucraniano recursos minerales por valor de 500.000 millones de dólares como compensación por el apoyo brindado. Milovanov calificó esta demanda como un “acuerdo colonial” y apoyó la decisión del presidente Zelenski de rechazar tal acuerdo.
El gobierno japonés teme que, si Rusia obtiene territorio ucraniano como resultado de estas negociaciones de paz, esto podría legitimar los intentos de China de cambiar el statu quo en Asia Oriental.
Por lo tanto, Japón sigue de cerca el desarrollo de las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia y mantiene su apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania.
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