TOKIO.- El Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Agrícola y Alimentaria de Japón hizo un estudio muy detallado para saber cómo va a cambiar el lugar ideal para cultivar frutas como el mikan y el abokado en el futuro, teniendo en cuenta los efectos del cambio climático.
¿Qué tipo de fruta son?
El mikan una fruta muy típica de Japón, parecida a la mandarina. Es dulce, jugosa y se come mucho en invierno.
Los agricultores japoneses la cultivan desde hace muchos años, sobre todo en lugares de clima templado como Shizuoka, Wakayama , Ehime y Kumamoto.
Por otro lado, el abokado es la forma en que muchas personas pronuncian o escriben “avocado” en inglés, que en español es aguacate o palta (según el país).
Es una fruta verde, cremosa y muy nutritiva, rica en grasas saludables, especialmente ácido oleico, y también en fibra, potasio y vitaminas como la E, K y B. Se usa mucho en ensaladas, tostadas, guacamole y batidos.
¿Qué descubrieron en el estudio?
El instituto creó un mapa de predicción del cultivo futuro, usando datos de cómo se espera que cambie el clima de aquí a fines de este siglo (hacia el año 2100).
Los resultados fueron sorprendentes:
1. Mikan (みかん) en peligro:
Según los datos, alrededor del 80% de las zonas que hoy son buenas para cultivar mikan podrían dejar de serlo al final de este siglo. Esto se debe a que el clima se volvería demasiado cálido para que los mikan crezcan bien.
•El mikan necesita inviernos suaves pero con algo de frío.
•Si hace mucho calor todo el año, la fruta puede perder calidad, volverse menos dulce o más ácida.
2. Abokado (アボカド) en expansión:
•Esta fruta tropical que necesita mucho calor) podría beneficiarse del cambio climático en Japón.
•El estudio dice que las zonas donde se le puede cultivar podrían crecer hasta 7.7 veces más que ahora.
•Eso significa que, en el futuro, podríamos ver muchos más cultivos de abokado en Japón, incluso en zonas donde hoy no sería posible.
¿Por qué es importante este estudio?
Porque ayuda a los agricultores y al gobierno a prepararse desde ahora. Si sabemos qué frutas ya no se podrán cultivar y cuáles sí, se pueden:
•Cambiar los cultivos poco a poco, sin perder dinero.
•Apoyar a los agricultores con nueva información, semillas o herramientas.
•Planificar mejor la producción de alimentos en el país.
El estudio
El equipo del instituto Nōkenkikō (農研機構 ) usó una combinación de datos climáticos, características de las frutas y tecnología de simulación por computadora.
1. Se analizaron los climas actuales donde crecen bien las frutas
Primero, los científicos estudiaron en qué tipo de clima crece mejor cada fruta, como por ejemplo:
•¿Cuánta temperatura necesita?
•¿Cuánto frío puede soportar?
•¿Cuánta lluvia le hace bien o le hace daño?
•¿Cuántas horas de sol necesita para madurar bien?
Por ejemplo:
•El mikan necesita un clima templado, con inviernos algo fríos (pero no helados) y veranos no tan extremos.
•El abokado , en cambio, ama el calor y no soporta bien las heladas.
2. Se usaron modelos climáticos del futuro
Después, usaron datos de modelos de cambio climático a futuro. Estos modelos se hacen con simulaciones por computadora que muestran cómo será el clima si las temperaturas globales siguen subiendo, como ya lo están haciendo.
Los modelos predicen cosas como:
•¿Qué tanto subirá la temperatura en diferentes zonas de Japón?
•¿Cómo cambiarán las lluvias?
•¿Habrá más días de calor extremo o menos heladas?
3. Cruzaron ambos datos en una simulación
Una vez que tenían:
•A) los datos sobre qué clima necesita cada fruta, y
•B) los datos del clima futuro según el cambio climático…
…pusieron toda esa información en un sistema de simulación por computadora que crea un mapa que muestra:
•Zonas donde el cultivo seguirá siendo posible,
•Zonas donde el clima ya no será favorable para ciertas frutas,
•Y zonas nuevas donde otras frutas que antes no podían cultivarse, ahora sí podrían crecer.
4. Resultado visual: un mapa predictivo del siglo XXI
El resultado fue un mapa detallado, como una especie de “GPS agrícola del futuro”, que indica:
•Lugares donde ya no se podrá cultivar mikan.
•Lugares donde sí se podrá cultivar aguacate en el futuro.
•Zonas de transición o incertidumbre.
¿Para qué sirve este mapa?
Este tipo de mapa es una herramienta muy valiosa para los agricultores, investigadores y el gobierno, porque permite:
•Planificar el futuro de la agricultura japonesa.
•Evitar pérdidas económicas al saber con anticipación dónde dejarán de funcionar ciertos cultivos.
•Buscar nuevas oportunidades con frutas tropicales como el aguacate, el mango o el maracuyá.
•Enseñar a los agricultores jóvenes qué sembrar en los próximos 10, 20 o 50 años.
Análisis del mapa
El gráfico compara las zonas aptas para cultivar mikan y abokado en Japón entre dos periodos:
•1990–2009 (situación pasada/actual)
•2080–2099 (predicción futura si aumentan mucho los gases de efecto invernadero)
Mikan
•Antes (1990–2009): Se podían cultivar mandarinas en muchas zonas costeras del oeste y suroeste de Japón (zonas en naranja).
•Futuro (2080–2099): Muchas de esas zonas se volverán demasiado cálidas (zonas en rojo), y ya no serán aptas para el cultivo de mandarinas.
Conclusión:
Debido al cambio climático, las zonas ideales para mikan se reducirán drásticamente, especialmente en el sur y oeste de Japón. Las mandarinas, que necesitan climas cálidos pero no excesivos, sufrirán por el exceso de calor.
Abokado
•Antes (1990–2009): Solo unas pocas zonas cálidas eran aptas para cultivar aguacate (zonas en verde).
•Futuro (2080–2099): Las zonas aptas se ampliarán significativamente hacia el norte y zonas montañosas.
Otras frutas
Podrían verse AFECTADAS NEGATIVAMENTE (riesgo de desaparecer o reducirse)
1. Manzanas (りんご / ringo)
•Dónde se cultivan hoy: Prefecturas del norte como Aomori, Nagano o Yamagata.
•Qué necesitan: Climas fríos en invierno para florecer bien.
•Qué pasará:
•Si el clima se calienta demasiado, las manzanas no florecerán correctamente.
•Podrían ser más pequeñas, menos dulces o deformes.
•Algunas variedades podrían dejar de cultivarse en ciertas regiones del centro de Japón.
2. Peras japonesas (なし / nashi)
•Dónde se cultivan: Chiba, Tottori, Ibaraki.
•Qué necesitan: Clima templado con frío en invierno.
•Qué pasará:
•El calor extremo en verano y menos frío en invierno puede afectar el crecimiento y la calidad.
•La fruta puede madurar antes de tiempo, perder sabor o volverse más propensa a enfermedades.
3. Cerezas (さくらんぼ / sakuranbo)
•Dónde se cultivan: Yamagata, Hokkaido.
•Qué necesitan: Invierno frío, primavera suave.
•Qué pasará:
•Las flores pueden brotar antes de tiempo por el calor, y luego ser dañadas por heladas inesperadas.
•Los rendimientos pueden disminuir mucho, y eso afectará su precio.
4. Uvas (ぶどう / budō)
•Dónde se cultivan: Yamanashi, Nagano, Okayama.
•Qué pasará:
•Algunas variedades de uvas que necesitan climas frescos pueden tener problemas para madurar correctamente si hace mucho calor.
•Sin embargo, podrían cultivarse otras variedades nuevas adaptadas al calor.
Frutas que podrían BENEFICIARSE del cambio climático (nuevas oportunidades)
1. Mango (マンゴー / mangō)
•Ya se cultiva en: Okinawa, Miyazaki, Kagoshima (invernaderos).
•Qué pasará:
•Con más calor, el cultivo al aire libre podría expandirse.
•Zonas del sur podrían producir más cantidad y calidad, y con menos gasto en calefacción para invernaderos.
2. Papaya (パパイヤ / papaia) y Granadilla (パッションフルーツ / passhonfurūtsu)
•Hoy en día: Se cultivan solo en Okinawa o invernaderos.
•Futuro:
•Si los inviernos siguen siendo más cálidos, podrían crecer en más partes del sur de Japón, incluso al aire libre.
•Estas frutas tropicales pueden convertirse en nuevos productos regionales atractivos para el turismo.
3. Plátano (バナナ / banana)
•Dato curioso: Ya hay algunos cultivos experimentales en Hiroshima y Kumamoto, con variedades especiales.
•Qué pasará:
•Con menos heladas, más agricultores podrían intentar cultivarlo.
•El “banana japonés” sin pesticidas podría ser un producto de lujo en el futuro.
¿Qué nos enseña esta investigación ?
El cambio climático no solo modifica el clima o los mares, también transforma lo que sembramos, cosechamos… y lo que llega a nuestras mesas.
Frutas que hemos disfrutado toda la vida podrían desaparecer de ciertos lugares, pero nuevas y sorprendentes variedades podrían nacer en su lugar.
Este desafío también es una oportunidad para renovarnos, aprender y adaptarnos.
Con ciencia, compromiso y pasión por la tierra, podemos proteger la agricultura y asegurar alimentos para el futuro.
El conocimiento, la innovación y la formación de nuevas generaciones de agricultores serán la semilla de un mañana más resiliente y lleno de vida.
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