Lo que comenzó como una simple estrategia comercial se ha convertido en un fenómeno culinario que une tradición, estética, juventud y sabor.
Tokio, 29 de junio de 2025
En Japón, cada 9, 19 y 29 del mes se celebra una curiosa y deliciosa efeméride: el “Día del Crepé”.
A diferencia de otras celebraciones limitadas a una sola fecha anual, esta se repite tres veces al mes, transformando al crepé no solo en un postre, sino en un símbolo cultural adaptado a la vida cotidiana japonesa.
¿Quién lo creó y por qué?
La iniciativa proviene de Monteur, una empresa japonesa fundada en la ciudad de Yashio (Saitama), conocida por fabricar postres como pasteles, roll cakes y crepés. Su idea fue sencilla pero efectiva:
• Asociar el número 9 (九, kyuu) con la forma enrollada de un crepé, creando así una conexión visual y sonora.
• Así, cada día que contiene un “9” en el calendario se volvió oficialmente “el día del crepé”.
Esta fecha fue registrada formalmente por la Asociación Japonesa de Días Conmemorativos, que avala celebraciones comerciales o culturales que aportan valor simbólico o promocional.
¿Qué tipo de crepés ofrece Monteur?
Lejos de limitarse a la tradición europea, Monteur ha desarrollado un estilo muy japonés de crepé, con ingredientes refinados y sabores originales:
• Crepé de chocolate fresco enrollado a mano: con crema láctea y trozos de chocolate.
• Crepé de espresso en colaboración con Doutor Coffee.
• Crepé de queso de Shinshu, una región japonesa famosa por su producción láctea.
Todos sus productos son pensados para disfrutarse como snack de conveniencia diaria, a la par que visualmente atractivos.
El origen: de Bretaña a Harajuku
El crepé proviene originalmente de Bretaña (Francia), donde se elaboraba como un disco fino a base de trigo sarraceno, conocido como galette.
Con el paso del tiempo, se diversificó en versiones dulces y saladas, convirtiéndose en un ícono de la gastronomía francesa.
Su llegada a Japón ocurrió en un contexto muy particular: Año 1977, Harajuku (Tokio):
El café Café Crepe introdujo el concepto de crepé como postre callejero, rompiendo con la tradición de servirlo en plato y apostando por el “cono de crepé”, fácil de comer mientras se camina.
Esto coincidió con el auge de la cultura juvenil y la globalización del paladar japonés, que incorporaba cada vez más la llamada yōshoku (comida al estilo occidental).
¿Qué tiene de especial el crepé japonés?
El crepé en Japón se convirtió en algo muy distinto a su versión original, con características que reflejan valores locales como la practicidad, la estética y la innovación:
1. Forma de cono: práctico, portátil y perfecto para comer en movimiento.
2. Sabores variados:
• Dulces: crema batida, frutas, Nutella, helado, cheesecake.
• Salados: pollo teriyaki, jamón con queso, ensalada de huevo.
3. Diseño atractivo: su presentación es clave, en línea con la estética “kawaii” y la cultura de comida visualmente apetecible.
Un símbolo de hibridación cultural
El “crepé japonés” no solo es un alimento popular, sino una muestra de cómo Japón transforma influencias extranjeras en productos únicos.
Hoy en día, creperías como Marion Crêpes y Angel Hearts en Harajuku son destinos turísticos en sí mismos, y muchos jóvenes consideran al crepé no solo como una merienda, sino como una forma de expresión cultural.
©NoticiasNippon