TOKIO.- Japón enfrenta un déficit digital récord, impulsado por la creciente dependencia de servicios en la nube, plataformas de streaming y publicidad en línea proporcionados por gigantes tecnológicos extranjeros como Google y Microsoft.

Según los datos de la balanza de pagos de 2024, el déficit digital se triplicó en la última década.

 


 ¿Qué es el déficit digital y por qué preocupa?


El déficit digital se refiere a la diferencia negativa en la balanza de pagos dentro de los servicios digitales, que incluye tres categorías clave:

  1. Derechos de autor y regalías (ej. pagos a plataformas de música y video).
  2.  Servicios de comunicación, computación e información (ej. suscripciones a la nube).
  3.  Publicidad digital y consultoría especializada (ej. anuncios en redes sociales o buscadores).

Aunque estos servicios han ganado popularidad, Japón está pagando mucho más de lo que recibe, ya que la mayoría de estas plataformas son operadas por empresas extranjeras.

 


 Datos clave sobre la balanza digital en 2024


  •  El déficit digital totalizó los 6,65 billones de yenes, la cifra más alta registrada.
  •  Déficit en servicios de comunicación y computación: 2.49 billones de yenes, 1.5 veces más que en 2023.
  •  Mientras la balanza de pagos general fue positiva (29.26 billones de yenes), el sector digital sigue representando una pérdida neta.

A pesar del aumento de ingresos por turismo y una reducción en el déficit comercial, el déficit digital es una carga estructural que sigue en ascenso.

 


Perspectivas y preocupaciones hacia 2030


Según el Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI), si la tendencia sigue, el déficit digital podría alcanzar 10 billones de yenes en 2030, equivalente al gasto anual de Japón en importaciones de petróleo. Este escenario resalta la urgente necesidad de fortalecer la industria digital local.

 


 ¿Qué puede hacer Japón para reducir su dependencia digital?


  1. Inversión en infraestructura digital nacional: Fomentar el desarrollo de plataformas y servicios locales para reducir la necesidad de importar tecnología extranjera.
  2. Apoyo a startups tecnológicas japonesas: Incentivos fiscales y financiamiento para empresas nacionales de cloud computing, inteligencia artificial y publicidad digital.
  3. Regulación y alianzas estratégicas: Fomentar acuerdos con empresas extranjeras para garantizar una transferencia de tecnología que beneficie a la industria local.
  4. Promoción del desarrollo de contenido digital japonés: Expansión de plataformas de streaming, software y herramientas digitales propias

Conclusión


Japón está en una encrucijada digital: si no reduce su dependencia de las grandes plataformas extranjeras, su déficit digital seguirá creciendo hasta niveles comparables con las importaciones de energía.

Para evitarlo, es clave fortalecer su infraestructura tecnológica, incentivar la innovación local y fomentar la creación de servicios digitales competitivos.



©NoticiasNippon

Copy Protected by Chetan's WP-Copyprotect.