TOKIO.- La Corte Suprema rechazó la solicitud de una visa de residencia de largo plazo para Andrew High, un ciudadano estadounidense casado con un japonés en Estados Unidos.
La decisión confirma el fallo del Tribunal Superior de Tokio en 2023, el cual establece que las parejas del mismo sexo no tienen el mismo estatus legal que las parejas heterosexuales en Japón.

 


El problema legal: matrimonio no reconocido en Japón


En Japón, el matrimonio entre personas del mismo sexo no es legalmente reconocido, lo que afecta el acceso a ciertos derechos, como el de obtener una visa de residencia basada en el matrimonio.

Actualmente, la visa de “cónyuge o hijo de un ciudadano japonés” solo se concede a extranjeros casados con un ciudadano japonés del sexo opuesto.

Andrew High argumentó que esta negativa viola la Constitución japonesa, que garantiza la igualdad ante la ley. Sin embargo, la Corte Suprema confirmó que, bajo la legislación actual, su matrimonio no le da derecho a la visa de cónyuge.

 


El fallo anterior y la visa alternativa


En 2022, el Tribunal de Distrito de Tokio ya había fallado en contra de otorgarle una visa de cónyuge a High.

No obstante, reconoció que la práctica de negar visas a parejas del mismo sexo cuando uno de los miembros es japonés, pero concederlas si ambos son extranjeros, era discriminatoria y contraria a la Constitución.

Como solución intermedia, sugirió que se le otorgara una visa de “actividades designadas”, la cual obtuvo en marzo de 2023.

 


Diferencia entre las visas: ¿Por qué High buscaba la de residencia a largo plazo?


La visa de “actividades designadas” permite residir en Japón, pero tiene restricciones laborales y de tiempo, lo que genera inestabilidad para quienes dependen de ella.

En cambio, la visa de residencia a largo plazo brinda mayores derechos, estabilidad y libertad en términos de trabajo y permanencia en el país.

A pesar de obtener la visa alternativa, High continuó luchando por la de residencia a largo plazo para tener un estatus más seguro en Japón junto a su esposo japonés.

 


Contexto: la situación de los derechos LGBTQ+ en Japón


Japón sigue siendo el único país del G7 que no reconoce el matrimonio igualitario. Aunque algunas ciudades y prefecturas han implementado sistemas de “parejas registradas” para reconocer a las parejas del mismo sexo, estos no tienen el mismo peso legal que el matrimonio, ni garantizan derechos como la herencia, beneficios fiscales o visas de residencia.

El caso de Andrew High refleja un problema más amplio: la falta de reconocimiento legal de las parejas LGBTQ+ en Japón y las dificultades que enfrentan para vivir juntas en el país.

 


Conclusión: un fallo que evidencia la brecha legal


La decisión de la Corte Suprema muestra que, mientras Japón no reforme sus leyes de matrimonio y extranjería, las parejas del mismo sexo seguirán enfrentando obstáculos para vivir juntas con los mismos derechos que las heterosexuales.

El caso de High ha llamado la atención sobre la necesidad de cambios legales en un país donde la sociedad avanza más rápido que sus leyes en materia de diversidad y derechos LGBTQ+.




©NoticiasNippon

Copy Protected by Chetan's WP-Copyprotect.