El sol naciente recibe al nuevo viajero colombiano: un pollo con historia y corazón


📍 Tōkyō  |  9 de octubre


En un contenedor sellado con esperanza, historia y rigor sanitario, una carga de carne de pollo colombiana cruzó el océano Pacífico y aterrizó en Japón. No se trató de una simple exportación: fue el primer envío en toda la historia de la avicultura colombiana que logró ingresar a uno de los mercados más exigentes y prestigiosos del planeta.

La empresa Pollos El Bucanero S.A., bajo el respaldo de Cargill Food Latinoamérica, fue la protagonista de este hito. Detrás del envío hay años de trabajo coordinado entre el sector privado, Fenavi (Federación Nacional de Avicultores de Colombia), el ICA y el Invima, entidades que tejieron una red de confianza para demostrar que Colombia puede producir proteínas de calidad mundial.

 

🌏 Una travesía de siete años


Aunque Japón había otorgado la admisibilidad sanitaria a Colombia hace más de siete años, recién ahora se logró concretar la primera exportación. No fue un camino fácil: los protocolos japoneses son considerados de los más rigurosos del mundo, especialmente en materia de inocuidad alimentaria y trazabilidad.

Cada lote, cada registro, cada control sanitario tuvo que demostrar que el pollo colombiano podía competir en el estándar nipón, donde la precisión y la pureza no son virtudes opcionales, sino requisitos esenciales.

 

🧩 Un logro colectivo


Fenavi celebró el envío como un símbolo del esfuerzo conjunto. Su presidente, Gonzalo Moreno, lo resumió así:

“Este es un aval contundente a la forma cómo producimos proteínas de calidad en Colombia: con rigurosidad, compromiso y responsabilidad. El ingreso al mercado japonés es una señal clara de confianza en nuestro sistema productivo”.

Para los productores, más que un negocio, este logro representa una validación internacional del modelo colombiano de bioseguridad y sostenibilidad, en el que la trazabilidad —saber exactamente de dónde proviene cada pieza de carne— es un sello de identidad.

 

 

🍱 Japón: destino de excelencia


El país del sol naciente no solo es el sexto importador de carne de pollo del mundo, con más de 1.1 millones de toneladas importadas en 2024, sino también uno de los más cuidadosos con su seguridad alimentaria.

Llegar a los estantes japoneses equivale a obtener una especie de “certificación moral” de calidad: lo que pasa el filtro japonés, puede competir en cualquier parte del mundo.

 

 

💬 Más allá del comercio: orgullo y proyección


Para Colombia, este envío no solo abre un mercado, sino también una puerta simbólica hacia la diversificación económica y la confianza global.

En medio de un contexto donde muchos países latinoamericanos buscan consolidar exportaciones no tradicionales, el pollo colombiano aterrizando en Japón se convierte en un emblema de progreso, resiliencia y profesionalismo.

 


 


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