TOKIO.- El 7 de abril, la Autoridad Nacional de Energía Atómica de China (una organización del gobierno chino que se encarga de todo lo relacionado con la energía nuclear) dio a conocer un resultado importante.
Analizaron muestras de agua de mar y otros materiales recolectados en febrero cerca de la central nuclear de Fukushima Daiichi, en Japón.
Esta central fue gravemente dañada por el gran terremoto y tsunami de 2011, y desde entonces sigue siendo un tema sensible, especialmente por el agua tratada que se libera al océano.
¿Qué hizo China?
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En febrero de este año (2025), China recogió agua de mar y otras muestras cerca de la zona del accidente nuclear de Fukushima.
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Luego, llevó esas muestras a su propio país para hacer análisis científicos.
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Usaron laboratorios en China para medir si había niveles peligrosos de sustancias radiactivas, es decir, elementos que pueden dañar la salud si están en altas concentraciones.
¿Qué encontraron?
China no encontró ninguna anomalía.
Eso significa que:
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Los niveles de radiación estaban dentro de lo normal.
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No hubo señales de contaminación peligrosa en esas muestras.
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No hubo problemas que afecten la seguridad del mar en esa zona, según sus estudios.
- Esta fue la segunda inspección realizada por China —la anterior tuvo lugar en octubre del año pasado— y en ambas ocasiones los resultados indicaron la ausencia de anomalías.
¿Por qué esto es importante?
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China ha sido muy crítica con Japón por el tema del vertido de agua tratada de Fukushima al mar. Incluso prohibió importar alimentos de Japón como medida de precaución.
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Este resultado podría ayudar a reducir un poco la tensión entre ambos países, ya que muestra que al menos en ese momento, el agua del mar cerca de Fukushima no tenía niveles peligrosos de radiación.
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También da más confianza a otros países y personas que están preocupadas por los efectos del accidente nuclear de 2011.
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Estas inspecciones se enmarcan en el contexto de la prohibición impuesta por China a las importaciones de mariscos japoneses, una medida que entró en vigor luego de que Japón comenzara a liberar al océano agua tratada proveniente de Fukushima en 2023.
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No obstante, en septiembre de ese mismo año, ambos países acordaron avanzar hacia una reanudación gradual del comercio de productos marinos que cumplan con los estándares internacionales de seguridad.
En síntesis
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China examinó agua del mar cerca de Fukushima.
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No encontró niveles peligrosos de radiación.
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Esto puede ayudar a calmar preocupaciones sobre el impacto del agua tratada que Japón libera al mar.
- Con dos análisis consecutivos que descartan riesgos radiactivos, crece ahora la expectativa sobre si este último informe abrirá la puerta a una reactivación oficial de las importaciones de mariscos japoneses, lo que representaría un importante alivio para productores duramente afectados por el veto, como los cultivadores de ostiones (ホタテ).
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