Cuando la custodia se convierte en condena”: infanticidio y desesperación en Japón
📍Tōkyō | 5 de noviembre
La capital japonesa amaneció conmocionada tras una tragedia que desbordó los límites de la comprensión.
La noche del 3 de noviembre, una joven madre de 28 años, Suzuki Satsuki, tomó el teléfono, temblando, y llamó al número de emergencias 110.
Con la voz entrecortada, solo alcanzó a decir:
“Gomen nasai… watashi wa shinenakatta. Akachan wo yatta.”
(“Perdónenme… no pude morir. Maté a mi bebé.”)
Cuando los oficiales llegaron al apartamento en el distrito de Setagaya (松原), encontraron sobre la tapa de la bañera el cuerpo sin vida de Yua, su hija de apenas tres meses.
El aire estaba lleno de vapor, silencio y una tristeza imposible de medir.
👩👧 “Si me la iban a quitar, preferí morir con ella”
Durante el interrogatorio, Suzuki confesó que enfrentaba un proceso de divorcio y que vivía con un temor constante: perder la custodia (親権) de su hija.
“Pensé que si me la iban a quitar, prefería morir con ella”,
declaró entre lágrimas.
Vecinos contaron que la mujer parecía amable y dedicada. “Siempre saludaba, siempre tenía a su bebé en brazos… nadie imaginó esto”, dijo una residente.
Pero en las últimas semanas, algunos escucharon discusiones y gritos ahogados. Nadie llamó a la puerta.
Esa noche, la soledad se volvió abismo. En un país donde la vergüenza y la presión social pesan más que las palabras, una madre desesperada eligió lo impensable.
⚖️ Marco legal y contexto humano
El caso se investiga bajo el artículo 199 del Código Penal japonés (刑法第199条), que contempla pena de muerte o prisión perpetua por homicidio.
Sin embargo, la fiscalía evalúa aplicar el artículo 39 (心神耗弱), que reduce la responsabilidad penal si el acusado actuó bajo un trastorno mental severo.
Expertos en salud mental advierten que el país enfrenta un aumento de casos de depresión postparto y crisis psicológicas durante divorcios.
Según el Ministerio de Salud, solo en 2024 se reportaron 37 casos de infanticidio materno, muchos vinculados a la falta de apoyo emocional y a la presión por mantener una “imagen de madre perfecta”.
Este caso expone los vacíos del sistema: la falta de aplicación real de la Ley de Prevención del Maltrato Infantil (児童虐待防止法) y la necesidad urgente de ofrecer asistencia psicológica gratuita y redes de apoyo a madres en riesgo.
🕊️ Japón frente a su espejo
Las flores blancas y los peluches que hoy cubren la entrada del edificio en Setagaya se han convertido en un altar improvisado.
Los vecinos rezan en silencio. Algunos dejan notas con mensajes como “Descansa, pequeña Yua” o “Que ninguna madre vuelva a estar sola”.
En un país donde la maternidad se asocia con sacrificio y fortaleza, esta tragedia plantea una pregunta dolorosa:
¿Cuántas mujeres se ahogan en silencio antes de pedir ayuda?

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