TOKIO.- El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar reportó que el número de nacimientos  continuó su tendencia a la baja por octavo año consecutivo, alcanzando el número más bajo registrado hasta la fecha en el territorio japonés.

Según Koseirodosho se registraron un total de 758,631 bebés en 2023. Esta cifra representa una disminución de aproximadamente 41,000 nacimientos (5.1%) en comparación con el año anterior.

Estas cifras preliminares incluyen a los extranjeros residentes en Japón y a los japoneses que viven en el extranjero. Los futuros informes ajustados se centrarán en la población japonesa residente en Japón, por lo que se espera que el número de nacimientos sea aún menor.

El número de defunciones fue de 1,595,503, aumentando en 8,470 respecto al año anterior y marcando el máximo histórico por tercer año consecutivo. Aunque hubo una disminución temporal debido a la precaución contra el COVID-19 y el confinamiento, la tendencia al alza continúa, impulsada por el envejecimiento de la población.

El fenómeno de ‘disminución natural’, donde el número de muertes supera el de nacimientos, persistió por 17 años consecutivos, con una diferencia récord de 831,872 personas, señalando un avance en la reducción de la población.

Aunque el número de matrimonios había aumentado en 2022 después de la caída debido a la pandemia de COVID-19, en 2023 experimentó una disminución de 35,542 parejas (5.9%). Por otro lado, los casos de divorcio aumentaron a 187,798, un incremento del 2.6%.

 

Síntesis:

  • La reducción poblacional superó por primera vez las 800,000 personas, reflejando una profunda crisis demográfica sin visos de mejora a corto plazo.
  • La tasa de disminución de la natalidad está avanzando aproximadamente 12 años más rápido de lo que proyectaba el Instituto Nacional de Seguridad Social y Problemas de Población.
  • El número récord de defunciones duplicó al de los nacimientos
  • El número de matrimonios experimentó un declive notable, situándose por debajo de las 500,000 uniones.
  • Los divorcios se incrementaron por primera vez en cuatro años.

Estos datos reflejan tendencias preocupantes en la sociedad japonesa, con implicaciones significativas para su economía, política de seguridad social, y estructura demográfica.

La disminución sostenida en la tasa de natalidad, combinada con el aumento en la tasa de mortalidad, plantea desafíos para el mantenimiento de la fuerza laboral y el sistema de apoyo a los ancianos, presionando aún más a las políticas gubernamentales y sociales para abordar estos cambios.

El gobierno japonés ha marcado el período hasta la década de 2030 como la ‘última oportunidad’ para revertir la tendencia de la baja natalidad.

A diferencia de países como Francia, donde los nacimientos fuera del matrimonio son más comunes, en Japón la disminución en los matrimonios afecta significativamente la tasa de natalidad.

Desde el año fiscal 2024-2025, que se iniciará el 1 de abril próximo,  se implementará un ‘plan de aceleración’ que incluye la ampliación de las asignaciones por hijo y un sistema que permite el cuidado infantil universal, independientemente del empleo de los padres, con una inversión de hasta 3.6 billones de yenes, aunque su eficacia está aún por demostrarse.

Sin embargo, especialistas critican estas medidas porque se centran en quienes ya tienen hijos y no resuenan entre los solteros, y por ello enfatizan la necesidad de políticas gubernamentales más robustas en materia de empleo y salarios para enfrentar la baja natalidad.

A TENER EN CUENTA

El término 出生数 en romaji es «shusseisū«. Su significado en español es «número de nacimientos». La palabra se descompone de la siguiente manera:

  • «Shutsu» (出) significa «salir» o «emergencia».
  • «Sei» (生) significa «vida» o «nacimiento».
  • «Sū» (数) significa «número».

Por lo tanto, «shusseisū» se refiere a la cantidad de nacimientos registrados en un determinado período o lugar, un término comúnmente utilizado en estadísticas y demografía.

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