📍Tōkyō | 5  de mayo de 2025


La Agencia de la Casa Imperial de Japón comunicó que Su Majestad el emperador emérito Akihito, de 91 años, será hospitalizado este martes 6 de mayo en el Hospital de la Universidad de Tokio (en el distrito de Bunkyō).

 

Segun Kunaichō, el padre del emperador Naruhito se someterá a exámenes detallados tras detectarse posibles señales de isquemia miocárdica, una afección que puede comprometer el flujo de sangre al corazón.

 


¿Qué ocurrió?


Según la información oficial, el emperador emérito se sometió a un chequeo médico de rutina a mediados de abril.

Durante esa revisión, los médicos encontraron indicios preocupantes en la actividad cardíaca.A raíz de ello, se realizaron exámenes complementarios.

Finalmente, el pasado 4 de mayo se llegó a la conclusión de que existía una alta posibilidad de isquemia del miocardio.

 


¿Qué es?


La isquemia miocárdica ocurre cuando una parte del músculo cardíaco no recibe suficiente oxígeno, generalmente a causa de un estrechamiento de las arterias coronarias.

Es una condición seria que puede derivar en arritmias, angina de pecho o incluso infartos si no se detecta y trata adecuadamente.

Debido a su edad avanzada y su historial de salud, los médicos recomendaron su ingreso hospitalario para una observación más detallada.

 


¿Por qué es relevante esta noticia?


Akihito es mucho más que un emperador retirado. Para millones de japoneses, es una figura profundamente simbólica que ha encarnado la humildad, la paz y el espíritu humanitario.

Subió al trono en 1989 y abdicó voluntariamente en 2019, marcando un antes y un después en la historia moderna japonesa.

Fue el primer emperador en dos siglos en dejar el cargo en vida, y lo hizo por razones de salud y edad, demostrando una notable sensibilidad hacia sus deberes y hacia el pueblo.

Durante sus años como emperador, Akihito se destacó por su acercamiento a las víctimas de desastres naturales, su esfuerzo por reconciliar heridas de guerra y su intento constante por ser un “emperador cercano al pueblo”, lo cual rompía con la tradición más distante del rol imperial.

 


¿Cómo se encuentra actualmente?


Desde su abdicación, Akihito ha llevado una vida tranquila junto a la emperatriz emérita Michiko. Ambos residen en el palacio de Sento, en el recinto del Palacio Imperial.

En apariciones públicas se ha mostrado físicamente más frágil, pero intelectualmente lúcido y emocionalmente involucrado en los asuntos del país.

Su hospitalización, aunque preventiva, ha generado inquietud y oraciones entre la población, especialmente en un contexto donde el país celebra el Día del Niño (5 de mayo) y el final de la Golden Week, una de las semanas festivas más importantes en Japón.

La Casa Imperial ha asegurado que se informará sobre la evolución del emperador emérito tras su hospitalización. Médicos especializados en geriatría y cardiología ya han sido convocados para su evaluación.

 


Una figura profundamente respetada


El emperador emérito Akihito dejó una huella emocional en el pueblo japonés por su forma de ejercer el poder con sencillez.

Visitó zonas devastadas por terremotos, tifones y tsunamis, como ocurrió tras el gran desastre de 2011. Incluso en medio del dolor, se le vio arrodillarse frente a personas afectadas, hablarles directamente y compartir su sufrimiento.

La noticia de su hospitalización no es solo un hecho médico, sino un momento de introspección para la sociedad japonesa, que ve en él un símbolo de otra época, un testigo de la posguerra, la reconstrucción y el renacimiento del país.

Desde hospitales, templos y redes sociales, no han tardado en multiplicarse los mensajes de apoyo y esperanza por su recuperación.

La nación entera observa con atención el estado de salud de quien, para muchos, sigue siendo “el emperador del corazón”.




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