📍Tōkyō | 27 de junio de 2025
En una decisión que marca un antes y un después en la aplicación de la justicia en Japón, el gobierno confirmó esta mañana que Shiraishi Takahiro (34), apodado por la prensa como el “asesino de Zama”, fue ejecutado en la horca en el Centro de Detención de Tokio.Shiraishi fue condenado por asesinar y desmembrar a nueve personas jóvenes en 2017, a quienes contactó a través de redes sociales fingiendo ser un acompañante para el suicidio.
La ejecución se realizó bajo orden del Ministro de Justicia Suzuki Keisuke, quien autorizó por primera vez una pena de muerte desde que asumió el cargo en noviembre de 2024.
Es también la primera ejecución en Japón desde julio de 2022, un periodo inusualmente largo en un país que, aunque mantiene la pena capital, la aplica con relativa cautela.
🧨 El caso: crímenes cometidos en la era digital
Entre agosto y octubre de 2017, Shiraishi utilizó Twitter y otras redes sociales para acercarse a personas jóvenes con pensamientos suicidas.
Les ofrecía comprensión, o incluso ayuda para quitarse la vida “sin sufrir”, pero en realidad las atraía a su pequeño apartamento en la ciudad de Zama, prefectura de Kanagawa.
Una vez allí, las víctimas eran estranguladas, agredidas sexualmente y desmembradas.
En total, mató a 8 mujeres y 1 hombre, todos entre los 15 y los 26 años. Guardaba los restos humanos en cajas y neveras portátiles.
Cuando la policía registró su vivienda, encontró una escena que conmocionó incluso a los oficiales más experimentados.
🧑⚖️ El juicio: sin apelaciones, sin remordimiento
En diciembre de 2020, el Tribunal de Distrito de Tokio declaró a Shiraishi culpable de asesinato, desmembramiento, ocultamiento de cadáver y agresión sexual. El tribunal rechazó los argumentos de la defensa, que intentaba disminuir su responsabilidad alegando que las víctimas habían consentido morir.
El juez fue contundente:
“Los crímenes cometidos son extremadamente crueles y no hay rastro de respeto por la dignidad humana. No se trató de eutanasia ni de suicidios asistidos, sino de asesinatos en serie premeditados”.
La sentencia a muerte quedó firme en enero de 2021, al no presentarse apelaciones por ninguna de las partes. Shiraishi no mostró remordimiento en el juicio y llegó a decir que “no sentía culpa alguna”.
⚖️ Marco legal: la pena de muerte en Japón
Japón mantiene la pena capital exclusivamente para crímenes especialmente atroces, como homicidios múltiples con extrema crueldad.
La ejecución se realiza mediante ahorcamiento y se mantiene en secreto hasta el momento de la ejecución.
Ni el condenado ni su familia son informados con antelación: es política del sistema penitenciario japonés.
El Código Penal Japonés (刑法) establece en su artículo 199 que:
“El que mata a otra persona será castigado con pena de muerte o prisión perpetua o por tiempo determinado no menor de cinco años”.
En casos de homicidio múltiple, la pena de muerte es prácticamente automática, salvo que el condenado presente circunstancias extraordinarias de arrepentimiento o cooperación, lo cual no ocurrió en este caso.
🧠 Un crimen de su época: la soledad digital y la vulnerabilidad emocional
El caso Shiraishi desató un intenso debate en la sociedad japonesa:
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¿Qué llevó a tantas jóvenes a buscar la muerte en redes sociales?
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¿Cómo alguien pudo manipular su dolor para cometer asesinatos seriales?
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¿Dónde fallaron las políticas de prevención del suicidio y salud mental?
Se reveló que varias víctimas habían publicado mensajes como “quiero morir” o “busco a alguien que me acompañe al morir” en cuentas anónimas. Shiraishi rastreaba estos mensajes, ganaba su confianza, y las convencía de encontrarse con él.
Este patrón expuso una vulnerabilidad generacional, en un país donde el suicidio es una de las principales causas de muerte entre los jóvenes, y la salud mental sigue siendo un tema estigmatizado.
📜 Reacciones y consecuencias
La ejecución fue recibida con alivio por parte de algunas familias de las víctimas, quienes consideraban que era el único castigo proporcional. No obstante, organizaciones de derechos humanos, tanto dentro como fuera del país, volvieron a criticar el uso de la pena de muerte, sobre todo en un sistema tan cerrado a la revisión judicial.
El gobierno japonés, por su parte, defendió la legalidad y necesidad de la ejecución, citando el sufrimiento de las víctimas, la premeditación del crimen y el impacto social.
Tras el caso, Japón reforzó campañas de prevención del suicidio, promovió el uso ético de redes sociales y lanzó nuevas herramientas para detectar lenguaje suicida en plataformas digitales.
✅ Conclusión
El “asesino de Zama” ha sido ejecutado este viernes 27 de junio de 2025, casi ocho años después de sus crímenes.
Fue un crimen que mostró la oscuridad del mundo digital, el abandono emocional de muchos jóvenes y los límites del sistema penal japonés.
La justicia, en este caso, ha seguido su curso hasta el final. Pero las heridas sociales —la soledad, la salud mental, la vigilancia digital— siguen abiertas.
ANEXO
🧠 Perfil psicológico de Shiraishi Takahiro
Edad al momento de los crímenes: 27 años
Crímenes: Asesinato y desmembramiento de 9 personas (8 mujeres y 1 hombre)
Años activos: Agosto – octubre de 2017
Sentencia: Pena de muerte, ejecutada en junio de 2025
1. 🧊 Rasgos de personalidad: frialdad y narcisismo encubierto
Según análisis forenses y declaraciones judiciales, Shiraishi mostró signos compatibles con varios rasgos de personalidad patológica:
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Ausencia total de empatía: No mostró compasión ni remordimiento. Durante el juicio declaró:
“No siento culpa. No lo hice por piedad. Lo hice porque quería dinero y porque me excitaba.”
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Manipulador hábil: Utilizó redes sociales para atraer a víctimas vulnerables. Les ofrecía “acompañarlas en su muerte” para ganarse su confianza. Muchos creyeron que habían encontrado a alguien que los entendía.
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Desconexión emocional total: Las autoridades y psiquiatras destacaron su capacidad de hablar de sus crímenes con tono neutro o incluso ligero, como si se tratara de eventos comunes.
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Posibles rasgos psicopáticos: Aunque no fue diagnosticado formalmente con psicopatía, varios especialistas indicaron la presencia de rasgos psicopáticos: frialdad, impulsividad, falta de remordimiento, manipulación, egocentrismo y desprecio por las normas sociales.
2. 🧒 Historia personal: vacío afectivo y conductas evasivas
Aunque no hay reportes de abusos graves en su infancia, sí se sabe que:
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Tenía problemas de autoestima desde joven, y mostraba dificultad para conectar emocionalmente con otras personas.
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Fue considerado un niño tímido y reservado, que evitaba destacar, pero también evitaba la confrontación directa.
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Comenzó a trabajar en zonas de prostitución y clubes de acompañantes (fūzoku) antes de los asesinatos, en parte como forma de supervivencia y también por interés en el control sobre mujeres vulnerables.
Esto no lo justifica, pero se cree que su paso por estos ambientes reforzó una visión instrumental y deshumanizada de las relaciones humanas, especialmente hacia las mujeres.
3. 🧬 Motivaciones: deseo de control y gratificación sexual
Durante su confesión, Shiraishi indicó que no mataba por odio ni por ideología, sino por:
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Deseo de control absoluto sobre personas vulnerables
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Satisfacción sexual, en algunos casos post-mortem (lo que indicaría necrofilia)
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Aprovechamiento económico: robó dinero y pertenencias de algunas víctimas
Este patrón revela una visión totalmente objetualizada del otro, como “cosas” a ser usadas y descartadas.
4. 📱 Inteligencia emocional desviada: radar para detectar vulnerabilidad
Lo más escalofriante es que sabía exactamente cómo detectar y manipular a personas frágiles emocionalmente. Leía perfiles en Twitter buscando frases como:
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“Quiero morir”
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“Estoy cansada de vivir”
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“Busco a alguien con quien morir”
Usaba cuentas falsas y un tono suave para simular compasión, cuando en realidad estaba cazando.
5. 🩺 Diagnóstico clínico (no oficial)
Aunque no fue emitido formalmente un diagnóstico psiquiátrico completo y público, los expertos han mencionado como posibles explicaciones:
Posible condición | Rasgos observados |
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Trastorno de personalidad antisocial | Violación de normas sociales, crueldad, mentira, agresividad, sin culpa |
Trastorno narcisista | Egocentrismo, uso instrumental del otro, ausencia de empatía |
Rasgos psicopáticos | Manipulación, frialdad emocional, placer por el control total |
6. 📣 Declaraciones clave que reflejan su mentalidad
Durante los interrogatorios y el juicio, dijo cosas como:
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“Prefería que mis víctimas no tuvieran familia. Así nadie las buscaría.”
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“Una vez que descubrí cómo convencerlas, todo fue más fácil.”
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“No me arrepiento. Si me dejaran salir, lo volvería a hacer.”
🧭 Conclusión: un depredador social moldeado por la invisibilidad
Takahiro Shiraishi no era un loco descontrolado, sino un calculador socialmente funcional que aprovechó el anonimato de internet, la fragilidad emocional de sus víctimas y el vacío de acompañamiento social para cometer sus crímenes.
No hay evidencia de que estuviera incapacitado mentalmente; por el contrario, su actuar metódico indica plena conciencia y voluntad criminal.
Pena de muerte (Shikei, 死刑)
⛓️ ¿Cómo se aplica?
1. Sentencia judicial
Un tribunal emite la pena de muerte en casos extremadamente graves, principalmente asesinatos múltiples con extrema crueldad.
2. Confirmación final
La sentencia queda firme si:
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El condenado no apela, o
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Se agotan todas las apelaciones y recursos (hasta la Corte Suprema).
3. Espera en el corredor de la muerte
-
Los condenados permanecen en celdas de aislamiento, sin saber cuándo serán ejecutados.
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El número de condenados a muerte en Japón actualmente ronda los 100 a 110.
4. Ejecución
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La pena se ejecuta en secreto absoluto.
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El condenado es notificado la misma mañana de su ejecución.
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Su familia y abogados no son informados con antelación.
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La ejecución se realiza mediante ahorcamiento en una sala especial en una de las 7 prisiones habilitadas (Tokio, Osaka, Fukuoka, etc.).
📍 ¿Dónde se realiza?
Solo 7 centros penitenciarios en Japón tienen cámaras de ejecución, entre ellos:
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Centro de Detención de Tokio
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Prisión de Osaka
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Prisión de Nagoya
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Prisión de Hiroshima
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Prisión de Fukuoka
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Prisión de Sapporo
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Prisión de Sendai
💬 ¿Qué dice la sociedad japonesa?
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Entre el 70 y 80 % de los japoneses apoya la pena de muerte, especialmente en casos de asesinato múltiple.
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Sin embargo, hay debates crecientes sobre:
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La falta de transparencia (las ejecuciones no se anuncian hasta después).
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El impacto psicológico en los condenados y funcionarios.
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La posibilidad de errores judiciales.
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La presión internacional (organismos de derechos humanos como la ONU o Amnistía Internacional exigen su abolición).
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🛑 Críticas principales
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Secreto y arbitrariedad:
El condenado no sabe cuándo será ejecutado. Puede pasar años (o décadas) en aislamiento. -
Sin revisión externa:
No hay comités ciudadanos ni intervención de organismos internacionales. -
Uso político:
Algunos críticos dicen que ciertos gobiernos ejecutan para ganar apoyo público o desviar la atención.
📅 Ejecuciones recientes (ejemplos)
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2022: Tres presos fueron ejecutados, rompiendo una pausa de dos años.
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2018: 13 miembros del grupo Aum Shinrikyo (ataque con gas sarín en el metro de Tokio) fueron ahorcados.
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2025: Se ejecutó a Shiraishi Takahiro, asesino serial de 9 personas, después de 4 años en el corredor de la muerte.
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