📍Tōkyō | 10 de junio de 2025


El gobierno japonés anunció hoy martes una serie de medidas para reforzar la seguridad de los niños en las rutas escolares, en respuesta a las preocupantes cifras de accidentes de tráfico que cada año afectan a miles de menores en el país.

Según el Libro Blanco de Seguridad Vial 2025, aprobado esta mañana en la reunión del Gabinete, el Ejecutivo japonés buscará frenar los accidentes que involucran a alumnos de primaria en sus trayectos diarios.

El informe revela que, entre 2020 y 2024, 1.875 niños en edad escolar resultaron gravemente heridos o perdieron la vida mientras caminaban, y lo más alarmante: 716 de estos casos (casi el 40%) ocurrieron mientras los menores se dirigían o regresaban de la escuela.

👦👧 El drama detrás de las cifras


Las cifras no solo son estadísticas: detrás de cada número hay una familia afectada y una comunidad consternada. Los expertos coinciden en que las rutas escolares suelen atravesar zonas residenciales con tráfico local, donde la mezcla de peatones —especialmente niños— y automóviles es inevitable. Aunque muchos conductores respetan las normas, otros exceden los límites de velocidad o no están lo suficientemente atentos, convirtiendo estos tramos en auténticos puntos críticos.

🚧 La solución: “ゾーン30プラス” (Zona 30 Plus)


Para hacer frente a esta situación, el gobierno ha decidido ampliar la implementación del programa “Zona 30 Plus”, que limita la velocidad a 30 km/h en calles residenciales y, además, introduce medidas físicas para obligar a los conductores a respetar los límites.

Entre las acciones previstas se encuentran:
Colocar bandas sonoras o desniveles en la calzada para obligar a los vehículos a reducir la velocidad.
Instalar postes o estructuras que estrechen la calzada, dificultando el paso de vehículos a alta velocidad y obligando a circular con mayor precaución.

Estas medidas no solo buscan disuadir a los conductores de correr, sino también crear un ambiente donde los niños y las familias puedan caminar con confianza.

👜 Más seguridad para los más pequeños


El Libro Blanco también enfatiza la importancia de medidas complementarias, como promover el uso de materiales reflectantes en mochilas y bolsas escolares, y fortalecer la participación comunitaria. Las autoridades impulsarán campañas para involucrar a vecinos y voluntarios en la vigilancia activa de las rutas escolares, fomentando un entorno de cuidado y solidaridad.

🌟 Contexto y desafíos


Aunque Japón es conocido por su seguridad y orden, la convivencia entre peatones y vehículos en zonas residenciales sigue siendo un reto. Muchos vecindarios aún carecen de infraestructura adecuada para proteger a los escolares, y las medidas físicas —como bandas reductoras de velocidad o postes— implican inversiones y cambios en el diseño urbano que no siempre cuentan con el apoyo de todos los residentes.

Sin embargo, expertos y asociaciones de padres valoran positivamente el enfoque integral del gobierno: “No se trata solo de poner letreros, sino de crear un espacio urbano donde todos —conductores, peatones y vecinos— colaboren para proteger a los niños”, señaló un portavoz de la asociación de seguridad vial de Tokio.

👀 Mirando hacia adelante


El gobierno espera que, con la implementación progresiva de estas medidas, las cifras de accidentes en rutas escolares desciendan de manera significativa. Pero los especialistas advierten que, además de las infraestructuras, será clave cambiar la mentalidad de los conductores y promover una mayor empatía y respeto hacia los peatones más vulnerables.

La seguridad de los niños no es solo responsabilidad de las autoridades, sino un compromiso de toda la sociedad.

 



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