TOKIO.- Japón sigue enfrentando una preocupante tendencia demográfica con una caída en la natalidad por noveno año consecutivo.
Según datos preliminares del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar, el número de nacimientos en 2024 fue de 720,988, una reducción de 37,643 bebés en comparación con el año anterior.
Se trata del cifra más baja jamás registrada desde que comenzaron las estadísticas en 1899.
Crisis de natalidad: la cifra más baja en la historia
Desde hace décadas, Japón ha experimentado un descenso continuo en el número de nacimientos, pero la aceleración del fenómeno en los últimos años ha encendido alarmas en el gobierno y en la sociedad.
Las proyecciones apuntan a que la cantidad de bebés nacidos de padres japoneses podría caer por debajo de los 700,000 cuando se publiquen los datos definitivos en junio.
Factores que explican la caída de la natalidad en Japón
- Cambio en los modelos familiares: Más personas optan por el celibato o la vida en pareja sin hijos.
- Dificultades económicas: A pesar de mejoras salariales en ciertos sectores, la inestabilidad laboral y el alto costo de vida hacen que muchas parejas retrasen o renuncien a tener hijos.
- Carga de la crianza: Japón tiene una cultura laboral exigente y el apoyo para padres sigue siendo limitado, a pesar de políticas de subsidios y licencias parentales.
- Disminución de matrimonios: Aunque en 2024 hubo 499,999 matrimonios, un ligero aumento de 10,000 respecto al año anterior, sigue siendo el segundo número más bajo desde la Segunda Guerra Mundial.
Récord de muertes y aceleración del envejecimiento
Mientras la natalidad cae, la mortalidad sigue aumentando. En 2024 fallecieron 1,618,684 personas, un nuevo récord y un incremento continuo por cuarto año consecutivo.
El envejecimiento de la población es un factor clave, ya que más del 29% de los japoneses tienen 65 años o más, lo que genera una presión creciente sobre el sistema de salud y las pensiones.
Aumento en los divorcios
Otro dato relevante es que el número de divorcios aumentó a 189,952, lo que refleja cambios en la dinámica de las relaciones de pareja y mayores tasas de separación.
¿Qué significa esto para el futuro de Japón?
🔹 Desafíos económicos: Una población en declive y envejecida amenaza la fuerza laboral y el crecimiento del país.
🔹 Menos jóvenes, más carga fiscal: Con menos nacimientos, habrá menos contribuyentes en el futuro, poniendo presión en los sistemas de pensiones y salud.
🔹 Medidas urgentes necesarias: El gobierno ha impulsado políticas para fomentar la natalidad, como mayores subsidios, apoyo a la crianza y reforma laboral, pero hasta ahora no han logrado revertir la tendencia.
Conclusión
Japón enfrenta una crisis demográfica sin precedentes, con un descenso acelerado de la natalidad y un aumento continuo de la mortalidad.
A menos que haya cambios significativos en las políticas familiares y en la estructura social y económica, el país podría entrar en una espiral difícil de revertir.
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