TOKIO.- Japón alcanzó un récord histórico de visitantes extranjeros en 2024, impulsado por la recuperación del turismo tras la pandemia y la debilidad del yen.


Sin embargo, este auge del inbound ha traído consigo un aumento en la criminalidad relacionada con extranjeros, lo que ha llevado a las autoridades a reforzar sus estrategias de prevención y persecución del delito.

 


1. Un turismo en auge con cifras sin precedentes


Según la Agencia de Turismo de Japón, en noviembre de 2024 se registraron 33,37 millones de turistas extranjeros, superando el máximo previo de 31,88 millones en 2019.

El gobierno japonés ha fijado un ambicioso objetivo de 60 millones de visitantes para 2030. Sin embargo, este crecimiento ha coincidido con un aumento de los delitos cometidos por extranjeros, generando preocupaciones sobre la seguridad.

 


2. Aumento de la criminalidad entre extranjeros


El Libro Blanco del Crimen del Ministerio de Justicia revela que en 2023 se registraron 5.735 casos de delitos cometidos por extranjeros, un aumento del 14,4% respecto al año anterior.

Dentro de estas cifras, el número de extranjeros en situación de residencia irregular también creció un 12,2%, alcanzando los 79.113 casos.

 

2.1 Tipos de delitos más comunes

El robo y el hurto representan el 61,2% de los casos, seguido por agresiones y violencia con un 12,5%. Es decir, más del 70% de los delitos cometidos por extranjeros se concentran en estos dos rubros.

 

2.2 Nacionalidades con mayor número de delitos

Los ciudadanos vietnamitas encabezan la lista de delitos cometidos por extranjeros en Japón, seguidos por los chinos y brasileños:

Robo y hurto:

•Vietnam: 836 casos

•China: 571 casos

•Brasil: 122 casos

 

Agresión y violencia:

•China: 329 casos

•Vietnam: 181 casos

•Brasil: 113 casos

Vietnamitas y chinos destacan en estas estadísticas, aunque sus circunstancias difieren: los chinos y brasileños suelen tener comunidades establecidas y vínculos de residencia de largo plazo, mientras que la inmigración vietnamita es más reciente y ha crecido rápidamente.

 

3. El auge del crimen organizado y el “turismo delictivo”

Uno de los fenómenos más preocupantes es el incremento de las redes criminales vietnamitas, que han adoptado métodos sofisticados para cometer delitos en Japón.

 

3.1 Redes de robo exprés y “turismo delictivo”

Algunos grupos organizados se aprovechan de la facilidad de ingreso a Japón con visa de turista para realizar delitos y regresar rápidamente a su país. Un ejemplo es el robo masivo en tiendas de ropa y farmacias, donde bandas vietnamitas sustraen productos como cosméticos y medicamentos para su reventa en su país.

 

3.2 “Tokuryū” (トクリュウ): el crimen anónimo y descentralizado

Otra tendencia preocupante es el incremento del crimen descentralizado a través de redes sociales y apps de mensajería encriptada. Las bandas de “Tokuryū” reclutan miembros de manera anónima, incluyendo extranjeros, para participar en delitos como:

•Robos violentos y “trabajos oscuros” (yami baito, 闇バイト)

•Fraudes telefónicos y estafas digitales

•Robo de metales (cobre, tapas de alcantarillas) y automóviles

•Tráfico de drogas y distribución de marihuana entre jóvenes

El debilitamiento del yen ha contribuido a que más vietnamitas en Japón recurran a estas actividades ilegales para obtener ingresos en moneda extranjera.

 


4. La respuesta de las autoridades japonesas


Para hacer frente a este problema, la Fiscalía ha decidido fortalecer su estructura de investigación de delitos extranjeros. Desde hace dos décadas, los crímenes extranjeros han sido manejados por departamentos especializados dentro de la Fiscalía General de Tokio y Osaka.

4.1 Reestructuración de la Fiscalía y creación de unidades especializadas

Desde principios de los 2000, la Fiscalía reorganizó sus divisiones para enfocarse en delitos específicos:

•Unidad de asuntos exteriores (Gaiji-kakari, 外事係): delitos cometidos por extranjeros

•Unidad antidrogas (Mayaku-kakari, 麻薬係): narcotráfico y consumo de estupefacientes

•Unidad contra el crimen organizado (Bōryoku-kakari, 暴力係): grupos yakuza y pandillas juveniles (hangure, 半グレ)

 

4.2 Uso de tecnología e inteligencia artificial

La Fiscalía está incorporando herramientas avanzadas como el JPEC (Japan Prosecutorial Elite Cyber Unit), una unidad especializada en el análisis digital y la lucha contra el crimen cibernético.

También trabajan en conjunto con la policía y la Guardia Costera, además de reforzar la cooperación con la Agencia de Servicios de Inmigración y la aduana para mejorar el control de entrada y salida de sospechosos.

 


5. El dilema del crecimiento económico vs. seguridad


El crecimiento del inbound ha sido un motor clave para la economía japonesa, especialmente en sectores como la hostelería, el comercio y el transporte.

Sin embargo, el aumento de delitos asociados al turismo extranjero ha generado un debate sobre cómo equilibrar la apertura económica con la seguridad pública.

Algunos expertos advierten que Japón no puede seguir operando con una mentalidad de “isla segura”, sino que debe fortalecer sus capacidades de control fronterizo e inteligencia criminal.

La cooperación internacional, la adaptación a nuevos tipos de crimen digital y la gestión eficaz de la inmigración serán clave en los próximos años.

 


Conclusión


Japón enfrenta un doble desafío: aprovechar el auge del turismo extranjero sin comprometer su seguridad.

El fortalecimiento de la fiscalía y la colaboración con otras agencias de seguridad reflejan la creciente preocupación de las autoridades por este fenómeno.

Sin embargo, queda por ver si estas medidas serán suficientes para contener el aumento de la criminalidad sin afectar el dinamismo del sector turístico, que sigue siendo un pilar clave de la economía nipona.

 




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