📍Tōkyō | 12 de junio de 2025


Dos ciudadanos chinos fueron arrestados por la Policía Metropolitana de Tokio bajo la sospecha de extorsión agravada y amenazas criminales.

Presuntamente obligaron a un hombre a transferirles dinero mediante una videollamada en la que simulaban agredir a su amigo.


👤 ¿Quiénes son los sospechosos?


  • Wang Yuanyuan (王媛媛), mujer de 37 años, dirige una empresa en el sector de la belleza y la estética, con sede en el distrito de Chūō, uno de los más exclusivos de Tokio.

  • Weng Bo (翁博), hombre de 28 años, empleado de Wang.

Ambos son de nacionalidad china y se encontraban en Japón como residentes con permiso de trabajo.

 


📹 ¿Qué sucedió?


Según la investigación policial, entre el 20 y el 30 de marzo de 2025, los sospechosos realizaron una videollamada a un hombre residente en China, con quien mantenían una disputa comercial vinculada a la apertura de una clínica estética.

Durante la videollamada:

  • Le mostraron imágenes de un supuesto amigo suyo siendo golpeado y amenazado con un cuchillo.

  • Le dijeron frases como:

    “Si no pagas el dinero, tu amigo será asesinado.”

Aterrorizado por lo que presenciaba, el hombre transfirió aproximadamente 1.8 millones de yenes (unos 11,400 dólares) a una cuenta japonesa controlada por los acusados.

La policía afirma que todo fue una puesta en escena premeditada, en la que simularon la violencia para presionar psicológicamente a la víctima y obtener el dinero.

 


⚖️ Marco legal


Este caso podría estar enmarcado dentro de varios delitos del Código Penal japonés (刑法 Keihō):

  1. Extorsión (強要罪, Kyōyō-zai):

    • Artículo 223 del Código Penal: cuando una persona intimida o amenaza a otra para que realice un acto contra su voluntad.

    • Pena: hasta 3 años de prisión o multa de hasta 500,000 yenes.

  2. Robo mediante amenazas o violencia (強盗罪, Gōtō-zai):

    • Artículo 236: si la amenaza va acompañada de violencia o simulación de violencia, se considera robo con agravante.

    • Pena: entre 5 años y cadena perpetua.

  3. Delitos de lesión (傷害罪, Shōgai-zai), si se confirma que realmente golpearon al amigo.

    • Pena: hasta 15 años de prisión, dependiendo de la gravedad.

  4. Fraude electrónico (電子計算機使用詐欺罪, Denshi keisanki shiyō sagi-zai):

    • Si usaron tecnologías de comunicación para engañar, también pueden recibir cargos por fraude digital.

 


🛂 ¿Qué puede pasar con su estatus migratorio?


En Japón, los extranjeros que cometen delitos graves pueden:

  • Ser procesados penalmente como ciudadanos japoneses, sin privilegios especiales.

  • Perder su estatus de residencia tras la sentencia.

  • Ser expulsados del país (強制退去, Kyōsei Taikyo) y prohibidos de regresar por años o de forma permanente, según el artículo 24 de la Ley de Inmigración.

 


🧠 Análisis


Este caso ilustra una escalada peligrosa de conflictos comerciales personales hacia la violencia psicológica y el chantaje criminal. El uso de herramientas cotidianas como las videollamadas para fines delictivos, combinado con el miedo a represalias contra seres queridos, genera un tipo de extorsión profundamente traumática para la víctima.

Aunque los detenidos niegan los cargos, la Policía Metropolitana considera que existe suficiente evidencia —incluyendo grabaciones y registros bancarios— para avanzar en la acusación.

Este tipo de incidentes también afecta la percepción pública sobre empresarios extranjeros en Japón, un país que en los últimos años ha intentado promover la integración y emprendimiento de residentes no japoneses.

 


🧷 Conclusión


Este caso está siendo tratado con extrema seriedad por las autoridades japonesas. Si se confirma su culpabilidad, Wang y Weng enfrentarán no solo largas condenas en prisión, sino también la pérdida definitiva de su estatus migratorio y su expulsión del país.

La policía sigue investigando si hubo cómplices y si la supuesta víctima golpeada participó de manera consciente en la simulación.



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