📍Tōkyō | 16 de junio de 2025
A más de dos años del fin del estado de emergencia por COVID-19, Japón ya no exige legalmente el uso de mascarillas en espacios públicos.
Sin embargo, un fenómeno persiste silenciosamente, especialmente entre las generaciones jóvenes: el uso voluntario y constante de mascarillas, incluso sin razones médicas o epidemiológicas aparentes.
Una reciente encuesta nacional revela que aproximadamente el 60% de las mujeres de entre 20 y 29 años en Japón afirma que sigue usando la mascarilla durante la mayor parte del día, aun cuando no sea obligatorio.
En el caso de los hombres jóvenes, el porcentaje también es significativo: el 44% asegura no quitársela casi nunca fuera de casa.
Este comportamiento refleja una transformación más profunda en los hábitos sociales y psicológicos pospandemia.
Para muchas personas jóvenes, especialmente mujeres, la mascarilla ha pasado de ser una herramienta sanitaria a convertirse en un elemento cotidiano de la vida social, emocional y estética.
💄 Más que protección: imagen y ansiedad social
Aunque inicialmente se adoptó como barrera frente al virus, hoy la mascarilla también cumple funciones que nada tienen que ver con la salud pública.
Muchas mujeres jóvenes reconocen sentirse más cómodas ocultando parte de su rostro, ya sea por inseguridad personal, por preferencia estética, o simplemente por hábito.
El uso de la mascarilla ha adquirido también un matiz funcional: permite prescindir del maquillaje diario, facilita salir rápidamente sin necesidad de arreglarse tanto, y brinda una sensación de protección contra la mirada ajena.
En un país donde la presión social sobre la imagen sigue siendo alta, esta capa física actúa también como una especie de escudo psicológico.
🧠 Una generación moldeada por la pandemia
Para muchas personas en sus veintes, la etapa formativa del instituto, la universidad o sus primeros empleos transcurrió completamente bajo la pandemia.
Durante años, el rostro cubierto fue parte de la rutina, de las interacciones sociales, de los vínculos personales.
En ese contexto, quitarse la mascarilla no es simplemente mostrar la cara: puede sentirse como exponerse emocionalmente.
Este fenómeno también se relaciona con la cultura del no sobresalir, típica de muchas dinámicas sociales en Japón.
La mascarilla permite evitar juicios, reducir el contacto visual, y mantener cierta distancia emocional sin que ello sea percibido como descortesía.
En entornos donde la armonía grupal y la discreción son valores centrales, este tipo de comportamiento se refuerza fácilmente.
🔄 Nueva normalidad, nuevas reglas no escritas
Aunque desde el punto de vista sanitario la necesidad de usar mascarilla ha disminuido, su valor simbólico y práctico ha crecido para algunos sectores de la población.
Hoy, muchas personas deciden voluntariamente cuándo llevarla, adaptándose al contexto: en trayectos públicos, al entrar en tiendas o simplemente cuando no quieren ser vistas por completo.
No obstante, este uso extendido también trae consecuencias. Diversos especialistas en salud mental y comunicación advierten que la prolongación innecesaria de esta práctica puede afectar las habilidades sociales, sobre todo en jóvenes que pasaron años sin ver ni mostrar expresiones faciales completas.
La lectura emocional del otro —clave en el trato humano— puede debilitarse si la mascarilla se convierte en norma permanente, incluso sin justificación médica.
🧭 Un espejo del estado emocional colectivo
La persistencia del uso de mascarillas en Japón no puede entenderse solo como una cuestión de salud pública.
Refleja también una mezcla de costumbre, sensibilidad cultural, inseguridad personal y un proceso de adaptación incompleto a la vida pospandémica.
En una sociedad que valora el control, la contención y la armonía por encima de la expresión abierta del yo, la mascarilla ha sido, y sigue siendo, un símbolo poderoso.
Su permanencia entre los jóvenes marca una huella generacional: la de quienes crecieron en tiempos de distancia social y que ahora transitan con cautela el camino de volver a mostrarse tal como son.
🔎 Sobre la encuesta
La investigación fue realizada en marzo de 2025 por empresas de investigación de mercado como Cross Marketing.
Refleja una fuerte tendencia de “dependencia de la mascarilla” entre mujeres jóvenes en Japón, por razones que van más allá de la prevención sanitaria.
©NoticiasNippon