TOKIO.- Japón enfrentó un desafío económico sin precedentes al registrar una cifra récord de deuda pública que alcanza los 1,286.45 billones de yenes (unos 8.6 billones de dólares) en 2023, según los últimos datos publicados por el gobierno.
Según el Ministerio de Finanzas, el monto que duplica con creces el tamaño de su economía, señala una creciente dependencia de la nación en el endeudamiento para financiar sus necesidades de gasto, exacerbadas por la pandemia del COVID-19 y la escalada de precios.
La deuda de Japón, la tercera economía mundial, aumentó en 29.45 billones de yenes desde diciembre de 2022, destacando la urgente necesidad de una restauración de la salud fiscal del país, la cual se considera la más deteriorada entre las naciones desarrolladas.
Este enorme pasivo incluye bonos del gobierno, préstamos y facturas de financiamiento, reflejando un desbalance entre los ingresos fiscales, que aunque han crecido en años recientes, han sido insuficientes frente al aumento del gasto gubernamental.
En respuesta a esta situación, la administración del primer ministro Kishida Fumio ha expresado su intención de reducir el gasto fiscal a niveles previos a la pandemia, a pesar de que el presupuesto estatal para el año fiscal 2024 se mantiene como el segundo más alto registrado, ascendiendo a 112.57 billones de yenes.
Esta iniciativa se enfrenta al desafío de un cambio en la política monetaria del Banco de Japón, que tras años de mantener bajos los costos de endeudamiento para apoyar a la economía, comienza a distanciarse de su enfoque ultra laxo, lo cual podría incrementar aún más los costos de servicio de la deuda del país.
Al cierre del año, el desglose de la deuda incluye 1,146.06 billones de yenes en bonos gubernamentales, 48.09 billones de yenes en préstamos y 92.30 billones de yenes en facturas de financiamiento.
Mientras tanto, el Producto Interno Bruto (PIB) de Japón se sitúa en alrededor de 600 billones de yenes en términos nominales para el trimestre de julio a septiembre, según los datos disponibles, marcando un contraste notable con el nivel de endeudamiento del país.
EL DATO
Este panorama financiero plantea serios cuestionamientos sobre la sostenibilidad fiscal de Japón a largo plazo y la capacidad del gobierno para manejar eficazmente su deuda sin comprometer el crecimiento económico ni la estabilidad financiera del país.
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