📍Toyama | 27 de abril de 2025
Este domingo, los cielos despejados en gran parte de Japón ofrecieron un espectáculo natural poco común pero fascinante en una ciudad ubicada en la región de Hokuriku.
En Himi perteneciente a la prefectura de Toyama, pudo verse claramente el fenómeno conocido como “Daruma Asahi” —un fenómeno óptico donde el Sol, en su ascenso, adquiere una curiosa forma parecida a un muñeco “Daruma” o incluso a un hongo.
¿Qué es el “Daruma Asahi”?
El “Daruma Asahi” es un tipo especial de espejismo inferior. Se produce cuando la luz del Sol, al salir o ponerse, atraviesa capas de aire con diferentes temperaturas, haciendo que los rayos se curven y se multipliquen visualmente. Como resultado, aparece una imagen secundaria del Sol debajo del disco real, deformándolo y dándole esa forma abultada característica.
La clave para que ocurra está en la diferencia de temperatura entre el aire frío cercano a la superficie —que ha descendido de temperatura durante la noche— y el aire más cálido que permanece sobre el mar. Esta diferencia provoca que la luz solar se refracte de manera especial.
Condiciones perfectas
Hoy, en Himi, las condiciones fueron perfectas:
•Temperatura mínima: apenas 3.6°C, debido a un marcado enfriamiento por radiación durante la noche.
•Condiciones ambientales: aire muy frío sobre la costa y mar todavía templado, combinados con un cielo despejado.
La observación del “Daruma Asahi” es un fenómeno breve, que solo dura unos pocos minutos durante el amanecer, haciendo que quienes logran presenciarlo se consideren muy afortunados.
Además de Toyama, también se recibieron reportes y fotografías del “Daruma Asahi” desde Miyazaki, en la isla de Kyushu.
La ciencia detrás del “Daruma Asahi”
1. ¿Qué es un espejismo?
Cuando escuchamos “espejismo”, solemos pensar en el típico “charco de agua” que aparece en las carreteras calientes. Sin embargo, un espejismo no es una ilusión: es una imagen real creada por la refracción de la luz.
La refracción es el cambio de dirección que sufre la luz cuando atraviesa medios de distinta densidad (por ejemplo, de aire frío a aire caliente). Este cambio de dirección puede deformar, duplicar o incluso invertir las imágenes.
2. ¿Qué tipo de espejismo es el “Daruma Asahi”?
El “Daruma Asahi” es un espejismo inferior.
Esto significa que la imagen secundaria (el reflejo distorsionado del Sol) aparece debajo de su posición real.
En la mañana fría, el aire cerca del suelo o del mar está mucho más frío que el aire más alto. Esta diferencia genera un gradiente de temperatura que curva los rayos de luz hacia abajo, permitiendo que veamos dos imágenes superpuestas: el Sol real y su “eco” deformado.
3. ¿Por qué se ve como un muñeco Daruma?
El nombre “Daruma Asahi” proviene del famoso muñeco “Daruma” japonés, símbolo de perseverancia y buena fortuna.
La forma abultada del Sol en estos momentos recuerda a ese muñeco redondeado: el Sol aparece achatado y “duplicado” en su base, como si tuviera un cuerpo más gordito debajo de su cara.
Condiciones necesarias para observarlo
Para que el “Daruma Asahi” pueda manifestarse, deben coincidir varios factores:
•Gran diferencia de temperatura entre el aire frío sobre la tierra o el mar y el agua templada.
•Cielos despejados para permitir ver el horizonte marino sin obstáculos.
•Atmósfera estable con poco viento, para que las capas de aire de diferente temperatura no se mezclen.
•Momento justo: durante los minutos previos o posteriores al amanecer o al atardecer.
¿Por qué es tan especial?
El “Daruma Asahi” es extremadamente efímero: puede durar apenas unos pocos minutos y luego desaparecer a medida que el Sol asciende y los gradientes de temperatura se disipan.
No es solo su rareza lo que lo hace especial: también es una hermosa combinación de ciencia y arte natural. Verlo es como asistir a una función única donde el universo, el Sol y la atmósfera colaboran para crear una escultura viva de luz.
En síntesis
El “Daruma Asahi” nos recuerda que, incluso en fenómenos que parecen mágicos, hay ciencia actuando de manera silenciosa y precisa.
Y también que estar atentos a los pequeños cambios del mundo natural puede regalarnos momentos de asombro genuino —un Sol que nace dos veces, un horizonte que se curva para mostrarnos un milagro óptico fugaz.
Así, entre la ciencia y la poesía, el amanecer de hoy en Toyama se grabó en la memoria de quienes madrugaron a ver cómo el cielo jugaba con la luz.
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