📍Tōkyō | 11 de mayo de 2025


En un caso más que evidencia el crecimiento de actividades de juego ilegal en zonas urbanas de Japón, la policía de Tokio arrestó a tres personas —incluyendo a dos extranjeros — por operar una sala de póker clandestina en un departamento ubicado en el distrito de Ikebukuro, uno de los barrios más concurridos de la capital.

Entre los detenidos se encuentran Wang Yi, de 42 años, y Yu Jiayi, de 24 años, ambos de nacionalidad china.

Según la Policía Metropolitana de Tokio, los sospechosos organizaban sesiones de póker con apuestas, actividad prohibida en Japón, al menos ocho veces al mes, con una clientela diaria de hasta diez personas.

El sistema que utilizaban era sofisticado: cobraban el 5% de las ganancias de los jugadores como comisión, lo que les permitió, según las investigaciones preliminares, generar alrededor de 60 millones de yenes (unos 390 mil dólares) en ingresos durante los últimos diez meses.

Durante los interrogatorios, Yu admitió los cargos, mientras que Wang y otro implicado negaron haber cometido un delito, alegando que se trataba solo de “una partida entre conocidos”.

La policía continúa investigando si hay una red más amplia detrás de esta operación, especialmente considerando la cantidad de dinero movida y la regularidad del negocio.


Marco legal


En Japón, el marco legal que regula las actividades de juego y apuestas es estricto.

El Código Penal japonés prohíbe la participación en juegos de azar no autorizados, incluyendo el póker con apuestas monetarias.

 


Leyes aplicables


Los delitos relacionados con el juego ilegal están contemplados en el Código Penal japonés. Las sanciones pueden variar dependiendo de la gravedad y la naturaleza de la infracción.

 


Posibles sanciones para los detenidos


En el caso específico de los ciudadanos chinos arrestados por operar una sala de póker ilegal en un apartamento de Ikebukuro, Tokio, las autoridades están investigando las actividades realizadas durante un período de 10 meses, en el cual se estima que generaron ingresos de aproximadamente 60 millones de yenes (alrededor de 390,000 dólares).

Las sanciones que podrían enfrentar incluyen:

Multas económicas: Dependiendo de la magnitud de las ganancias obtenidas ilegalmente, las multas pueden ser sustanciales.

Pena de prisión: La duración de la pena puede variar según la gravedad del delito y si existen antecedentes penales.

Deportación: Dado que los sospechosos son ciudadanos extranjeros, podrían enfrentar procedimientos de deportación tras el cumplimiento de sus penas, especialmente si se determina que su presencia en Japón representa una amenaza para el orden público.

 


Consideraciones adicionales


El hecho de que los sospechosos cobraran una comisión del 5% sobre las ganancias de los jugadores indica una operación estructurada con fines de lucro, lo que agrava la situación legal.

Además, la negación de los cargos por parte de algunos de los detenidos podría influir en el proceso judicial y en las sanciones impuestas.

Es importante destacar que las leyes japonesas sobre el juego son estrictas y buscan prevenir actividades que puedan afectar el orden público y la moral social.

Las autoridades continúan investigando para determinar la extensión completa de las operaciones y si hay más personas involucradas en esta red de juego ilegal.




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