El precio de los huevos baja en verano, pero este año, debido a los efectos del calor en la producción, es poco probable que disminuyan significativamente

 

📍Tōkyō | 2 de Julio de 2025


La ola de calor que ha azotado Japón en los últimos días no solo está afectando la vida cotidiana de los ciudadanos, sino que también está generando importantes consecuencias en la agricultura, particularmente en la industria avícola.

Con temperaturas récord y un clima extremadamente cálido, no son solo los humanos los que están luchando contra el calor.

Las gallinas en las granjas están sufriendo un estrés térmico significativo, lo que está afectando la calidad de los huevos y causando un aumento alarmante en los precios.


El calor extremo y sus efectos en las gallinas


Medios locales reportan que en la granja Houtoku Noujou, situada en la ciudad de Omitsuma, en la prefectura de Ibaraki, los efectos del calor son claramente visibles. Las gallinas, que normalmente se alimentan con avidez, han comenzado a mostrar signos de deshidratación y agotamiento por el calor. Muchas de ellas están respirando por la boca, un comportamiento inusual que indica que están luchando por regular su temperatura corporal en medio del calor extremo. Esta alteración del comportamiento es solo una de las señales de los efectos del calor en las aves.

El dueño de la granja, Toyomura Mitsuhiro, explica que cuando las gallinas se enfrentan a temperaturas tan altas, su apetito disminuye. Al igual que los humanos, el calor les reduce las ganas de comer, lo que provoca una deficiencia de nutrientes importantes. Como resultado, los huevos que ponen son más pequeños y, en algunos casos, completamente defectuosos. Uno de los problemas más notables es el aumento de la producción de huevos blandos, que no tienen cáscara o la cáscara es extremadamente delgada, lo que los hace no aptos para la venta.


El aumento de los precios de los huevos


Los precios de los huevos en Japón han estado subiendo durante varios meses, impulsados por una combinación de factores, incluidos los efectos de la gripe aviar que afectaron la producción en meses anteriores y, ahora, el calor extremo. Según los datos de JA Zennou Tamago, el precio promedio de los huevos se ha disparado desde febrero, superando los 300 yenes por caja y acercándose peligrosamente a los 340 yenes durante los meses de mayo y junio. Esta cifra está muy cerca de los precios récord de 2023, conocidos como el «Egg Shock», cuando los precios llegaron a 350 yenes por caja.

A pesar de que en los meses de verano normalmente se espera que los precios bajen debido a la mayor producción, este año la falta de huevos de calidad y la reducción de la producción en general han provocado que los precios se mantengan elevados, e incluso que aumenten aún más.


El futuro incierto de los precios de los huevos


Con la previsión de que las altas temperaturas continúen durante los próximos meses, los productores de huevos enfrentan una incertidumbre considerable. Toyomura Mitsuhiro señala que, por lo general, el precio de los huevos baja en verano, pero este año, debido a los efectos del calor en la producción, es poco probable que los precios disminuyan significativamente. De hecho, el calor extremo podría continuar afectando la calidad de los huevos, lo que podría resultar en precios más altos a lo largo de todo el verano.

Para los consumidores, este aumento en los precios de los huevos es una preocupación creciente, ya que los huevos son un alimento básico en muchas familias japonesas. Con una producción reducida y precios elevados, muchos se verán obligados a ajustar sus presupuestos. Además, este fenómeno resalta la creciente vulnerabilidad de la agricultura a los efectos del cambio climático y la necesidad urgente de adaptarse a estos nuevos desafíos.


Impacto más allá de la granja


El fenómeno de la subida de los precios de los huevos también tiene un impacto significativo en la economía local y en el comportamiento de los consumidores. Los precios más altos no solo afectan a los hogares, sino también a los pequeños negocios que dependen de los huevos para la preparación de alimentos. Desde panaderías hasta restaurantes, todos deben lidiar con el incremento de costos.

El «Egg Shock» de este año es una clara muestra de cómo el cambio climático está afectando a la agricultura de formas impredecibles y que, si no se toman medidas para mitigar estos efectos, la situación podría empeorar aún más en el futuro.

Este evento no solo tiene repercusiones en los precios y la disponibilidad de los alimentos, sino que también refleja una realidad más amplia: cómo el calor extremo y otros fenómenos climáticos están alterando nuestras economías y nuestras vidas cotidianas de maneras que, hasta hace poco, parecían impensables.



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