TOKIO.- Con la llegada del otoño y el invierno, la preocupación por las infecciones respiratorias aumenta debido al cambio de temperatura y la mayor sequedad en el aire.
Este año, múltiples enfermedades como el COVID-19, la gripe, la neumonía por micoplasma y el virus respiratorio sincitial (RSV) están en auge, lo que genera confusión sobre cómo distinguirlas y cuándo buscar atención médica.
A continuación, se detalla la explicación de un médico especialista sobre las características, síntomas y medidas preventivas de estas enfermedades.
Principales infecciones respiratorias y sus características:
- Resfriado común: Se presenta típicamente entre octubre y marzo, con síntomas como estornudos, secreción nasal, dolor de garganta y tos leve. Es de carácter leve en la mayoría de los casos y puede prevenirse con medidas como el lavado de manos, uso de mascarillas y gárgaras.
- Influenza (gripe): A menudo circula de noviembre a marzo, causando fiebre alta, dolor de garganta, tos y dolores musculares. A diferencia del resfriado, los síntomas suelen ser más graves, especialmente la fiebre súbita. La vacuna contra la gripe es una herramienta preventiva importante, y su administración comienza en octubre.
- COVID-19: Aunque el COVID-19 puede aparecer en cualquier época del año, es más frecuente de octubre a febrero debido al aire seco, que facilita la transmisión del virus. Además de los síntomas típicos de una infección respiratoria, también puede haber pérdida del olfato y del gusto, lo que lo distingue de otras enfermedades. Las vacunas siguen siendo una recomendación clave para prevenir complicaciones.
- Neumonía por micoplasma: Común entre octubre y marzo, provoca síntomas como tos seca persistente, fiebre y fatiga. Aunque se trata de una enfermedad que generalmente se cura con el tiempo, puede llegar a complicarse, en raros casos, con problemas graves como la meningitis. Las medidas preventivas son similares a las del resfriado común.
- Virus respiratorio sincitial (RSV): Este virus afecta principalmente a bebés y personas mayores, y su característica principal es la dificultad respiratoria severa. Aunque se suele asociar con la temporada de otoño e invierno, también puede circular en otras épocas. Actualmente, existen vacunas para personas mayores.
- Faringoconjuntivitis (enfermedad de la fiebre de los ojos rojos): Esta infección puede ocurrir durante todo el año, pero el año pasado hubo un aumento atípico en otoño e invierno. Causa fiebre, dolor de garganta y enrojecimiento de los ojos. Es causada por el adenovirus y se contagia fácilmente, especialmente entre niños.
- Infección por estreptococos (faringitis estreptocócica): Desde el año pasado, ha habido un aumento de casos de esta infección, especialmente entre octubre y abril. Se presenta con dolor de garganta intenso, fiebre y erupciones cutáneas. Un signo característico es la inflamación de las amígdalas y los ganglios del cuello, además de una lengua roja e inflamada, conocida como «lengua de fresa». Es tratable con antibióticos, y se recomienda acudir al médico rápidamente si se sospecha de esta infección.
Medidas preventivas:
El uso de mascarillas, lavado frecuente de manos y evitar compartir objetos personales son las medidas más efectivas para prevenir casi todas estas infecciones. Para enfermedades como la gripe y el COVID-19, la vacunación es clave, mientras que para el RSV, la vacunación de personas mayores también está disponible. En el caso de la faringoconjuntivitis, es importante evitar compartir toallas y utensilios personales para reducir la transmisión.
Cuándo consultar al médico:
Si bien muchas de estas enfermedades presentan síntomas similares, hay algunas pistas que pueden ayudar a identificar la causa. Por ejemplo, una fiebre alta repentina podría ser un signo de gripe o COVID-19, mientras que la dificultad respiratoria sugiere RSV. Los pacientes con enfermedades crónicas como la diabetes deben tener especial cuidado, ya que tienen un mayor riesgo de complicaciones graves.
Además, aunque las consultas en línea pueden ser útiles, el médico señala que algunas infecciones, como la estreptocócica o la neumonía por micoplasma, requieren una evaluación física para una correcta diagnosis.
EL DATO
La clave este otoño e invierno es mantenerse alerta a los síntomas y seguir las medidas preventivas recomendadas, especialmente la vacunación, para evitar complicaciones.
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