WASHINGTON .- La administración de Donald Trump ha llevado a cabo una reducción masiva de personal en la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), dejando solo 294 empleados de los más de 10,000 que operaban a nivel mundial.
Esta medida se enmarca dentro de la política de “América Primero”, cuyo objetivo es reorientar la asistencia exterior para que esté más alineada con los intereses estratégicos de EE. UU.
Contexto y razones detrás de la medida
Desde el inicio de su mandato, Trump expresó su intención de reducir la dependencia de EE. UU. en organismos internacionales y asistencia extranjera, argumentando que muchos programas financiados por USAID no generaban beneficios directos para los estadounidenses.
En este contexto, la administración impulsó una reestructuración del Departamento de Estado y USAID, con el fin de recortar costos y redirigir recursos hacia iniciativas más enfocadas en la seguridad nacional y el comercio.
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Impacto de la decisión
1.Reducción drástica de operaciones
•USAID es responsable de numerosos programas humanitarios y de desarrollo en países en vías de desarrollo.
•Con este recorte, muchas iniciativas clave podrían verse afectadas, incluyendo proyectos de salud, educación y respuesta a crisis humanitarias.
2.Tensión con socios y aliados
•Muchos países beneficiarios de la ayuda de USAID han manifestado preocupación por la posible reducción de fondos.
•La medida podría afectar la influencia de EE. UU. en regiones estratégicas como América Latina, África y Medio Oriente.
3.Críticas y apoyo dentro de EE. UU.
•Críticos: Exfuncionarios de USAID y legisladores demócratas han denunciado que esta reducción debilita la diplomacia estadounidense y deja un vacío que podría ser llenado por potencias como China y Rusia.
•Partidarios: Sectores conservadores y defensores del recorte del gasto público consideran que esta medida evita el derroche de dinero en programas que, según ellos, no generan un retorno tangible para EE. UU.
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Conclusión
La drástica reducción de personal en USAID es un paso significativo en la estrategia de Trump de replantear el papel de EE. UU. en la asistencia internacional.
Sin embargo, esta medida genera incertidumbre sobre el impacto en programas clave y en la influencia global de EE. UU., especialmente en regiones donde la ayuda humanitaria es un pilar de la política exterior estadounidense.
Auditoría
De otro lado, Donald Trump, firmó el jueves una orden ejecutiva que ordena una revisión de la financiación federal otorgada a organizaciones no gubernamentales (ONGs). Esta medida busca evaluar cómo estas entidades utilizan los fondos federales.
Además, en una serie de órdenes ejecutivas recientes, la administración Trump ha suspendido la distribución de dinero federal a ONGs que “apoyan o brindan servicios, ya sea directa o indirectamente, a extranjeros deportables o ilegales”, en espera de auditorías para identificar operaciones que puedan “promover o facilitar violaciones de nuestras leyes de inmigración”.
Estas acciones forman parte de una agenda más amplia que incluye medidas en áreas como inmigración, comercio y políticas sociales.
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