ROMA.- El Papa Francisco sufrió este lunes (martes en Japón)  dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, lo que significa que tuvo serias dificultades para respirar debido a la acumulación significativa de moco en los bronquios.

Este problema generó una obstrucción del paso del aire y desencadenó un broncoespasmo, es decir, el estrechamiento de los bronquios provocado por la contracción de los músculos que los rodean.

 


Procedimientos médicos aplicados


Ante esta crisis respiratoria, el Vaticano confirmó que los médicos realizaron dos broncoscopias, un procedimiento que consiste en introducir un tubo flexible con una cámara (broncoscopio) en las vías respiratorias para observarlas y tratar problemas pulmonares.

En este caso, permitió la aspiración de abundantes secreciones para despejar las vías respiratorias. Además, se reinstaló el uso de ventilación mecánica no invasiva, lo que indica que el Papa necesita apoyo para respirar, aunque sin intubación.


Antecedentes recientes


El viernes pasado, el Papa ya había presentado un broncoespasmo, que en esa ocasión le causó un episodio de vómito por inhalación, una complicación grave que no se repitió este lunes.

A pesar de ello, el Vaticano había asegurado el domingo que la crisis respiratoria no había afectado su estado de salud general y que se mantenía estable durante el fin de semana.


Causa y evolución de la enfermedad


Las fuentes médicas vaticanas han dejado claro que estos episodios no son el resultado de una nueva infección, sino más bien una secuela de la neumonía bilateral que el Papa ha padecido recientemente.

Esto sugiere que su sistema respiratorio sigue reaccionando a la presencia de bacterias, generando inflamación y exceso de secreciones.

El pronóstico sigue siendo reservado, lo que implica que aún no se puede determinar con certeza la evolución de su estado de salud. Sin embargo, el Vaticano asegura que el Papa ha permanecido consciente, alerta y cooperativo en todo momento, lo que indica que no ha sufrido deterioro neurológico ni pérdida de lucidez.


Conclusión


El estado de salud del Papa Francisco sigue siendo delicado y monitoreado de cerca, con episodios de insuficiencia respiratoria que han requerido procedimientos médicos para facilitar su respiración.

Aunque no se trata de una nueva infección, la neumonía bilateral ha dejado consecuencias que siguen afectando su función pulmonar. La Santa Sede mantiene un pronóstico reservado y continuará informando sobre su evolución en los próximos días.


Histórica visita a Japón


El papa Francisco visitó Japón del 23 al 26 de noviembre de 2019, marcando la primera visita de un pontífice al país en casi 40 años, desde la llegada de Juan Pablo II en 1981.

Su viaje estuvo centrado en el lema “Proteger toda vida”, un mensaje que resaltó la importancia de la paz, el desarme nuclear y la dignidad humana.

Durante su estadía, recorrió tres ciudades clave:

•Nagasaki e Hiroshima (24 de noviembre): En estos lugares, que sufrieron los bombardeos atómicos de 1945, el papa lanzó un fuerte llamado contra las armas nucleares.

En Nagasaki visitó el Monumento a los Mártires Cristianos, recordando la historia de la persecución religiosa en Japón. Luego, en Hiroshima, participó en un evento de paz en el Parque Conmemorativo de la Paz, donde abogó por un mundo libre de armamento nuclear.

•Tokio (25 de noviembre): Se reunió con el emperador Naruhito y el entonces primer ministro Abe Shinzō.

También tuvo un encuentro con jóvenes, donde habló sobre los desafíos de la sociedad moderna, y celebró una multitudinaria misa en el Tokyo Dome, un evento significativo en un país donde los católicos representan menos del 0.5% de la población.

Este viaje fue particularmente simbólico no solo por la minoría católica en Japón, sino también por la conexión personal del papa Francisco con el país. Cuando era joven, soñó con ser misionero en Japón, pero problemas de salud se lo impidieron.



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