📍Tōkyō | 5 de mayo de 2025
Comprar algo “rápido y conveniente” puede parecer inofensivo, pero cuando se repite día tras día, se convierte en un gasto silencioso que afecta la economía personal.
Así lo evidenció una reciente encuesta nacional sobre los gastos que, tras eliminarlos, sintieron que hicieron lo correcto.
El resultado fue claro: el gasto más innecesario es comprar en konbini (tiendas de conveniencia).
La investigación, llevada a cabo en marzo por la firma de consultoría R&G, buscaba entender cómo los ciudadanos lidian con pequeños gastos cotidianos que terminan sumando grandes cantidades al mes.
Los resultados muestran una fuerte tendencia hacia la introspección financiera y el deseo de simplificar el estilo de vida tras la pandemia y en medio de un contexto económico en transformación.
1° lugar: Konbini, el gasto “silencioso” que muchos no extrañan
Las tiendas de conveniencia son un ícono de la vida moderna japonesa. Están en cada esquina, abren las 24 horas y ofrecen desde bentō hasta boletos para eventos. Pero también tienen un precio: productos más caros que en supermercados y compras impulsivas.
“Dejé de comprar almuerzos en el konbini. Ahora cocino en casa, gasto menos y me siento más saludable”, comentó una mujer de 30 años de Osaka.
Casi una cuarta parte de los encuestados mencionó que cortar este hábito tuvo efectos positivos en su salud, su dieta y su bolsillo.
2° lugar: Suscripciones olvidadas
El auge de los servicios por suscripción dejó a muchos con cargos mensuales que ya ni notaban. Desde plataformas de streaming hasta cosméticos o gimnasios, el denominador común era el mismo: “ya no lo uso, pero seguía pagando.”
“No veía Netflix desde diciembre, pero seguía cobrando. Fue un alivio cancelarlo”, expresó un joven de 26 años en Fukuoka.
3° lugar: Bebidas fuera de casa
Comprar un café, té o una botella de agua cada vez que uno sale suena mínimo. Pero este “gasto hormiga”, conocido como latte money, se acumula rápidamente.
“Llevando mi termo, ahorro al menos 5,000 yenes al mes”, explicó un oficinista en Tokio.
Otros gastos señalados como prescindibles fueron:
•4° lugar: Exceso de snacks y dulces
Galletas, panecillos, chocolates. Son placeres cotidianos, pero cuando se vuelven rutina diaria, pesan en la salud y la economía.
•5° lugar: Comer fuera con frecuencia
Aunque cómodo, comer en restaurantes o cafeterías resulta mucho más caro que cocinar en casa.
•6° lugar: Tarifas de telefonía móvil demasiado altas
Muchos destacaron que pasarse a un operador económico (kakuyasu SIM) les permitió reducir a la mitad su factura mensual.
•7° lugar: Compras impulsivas
Adquirir cosas por emoción del momento o “porque estaba barato” fue otra conducta común que muchos lamentaron.
¿Por qué cuesta tanto dejar esos gastos?
A pesar de que 86.2% afirmó que no tuvo mayores problemas al eliminar estos gastos, casi el 40% confesó haber sentido ansiedad al intentarlo. ¿Las razones?
•“¿Y si luego lo necesito?” (24.7%)
•“Me va a generar estrés” (20.1%)
•“Requiere más esfuerzo o tiempo” (14.9%)
Especialmente en el caso de los konbini o los productos de antojo, muchos admiten que forman parte de su rutina emocional: parar un momento después del trabajo, premiarse con algo dulce, tener algo “por si acaso”.
Un cambio de mentalidad
La encuesta refleja un giro en la mentalidad de los consumidores japoneses: menos gasto automático, más gasto consciente.
El dejar de lado ciertos hábitos, lejos de ser un sacrificio, ha sido visto como una forma de recuperar control sobre la vida diaria.
“Pensé que me costaría dejar el konbini, pero no lo extraño. Ahora planeo mejor y ahorro más. Me siento libre”, compartió una mujer de 42 años en Nagoya.
En un país donde la practicidad muchas veces va de la mano con el consumo, esta tendencia hacia el autocontrol y la reevaluación de necesidades podría ser una señal de transformación social.
©NoticiasNippon