📍Tokio | 8 de mayo de 2025
El próximo 4 y 5 de junio, el Emperador Naruhito, la Emperatriz Masako y su hija, la Princesa Aiko, realizarán una visita oficial a Okinawa.
Según la Agencia de la Casa Imperial, el objetivo será participar en la conmemoración del 80º aniversario de la batalla terrestre más sangrienta del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, donde más de 200.000 personas perdieron la vida, incluyendo un gran número de civiles okinawenses.
Será la primera vez que Aiko visita Okinawa, mientras que para sus padres representa un regreso después de dos años y siete meses. Este viaje, profundamente simbólico, se enmarca en un esfuerzo por honrar a las víctimas de la guerra y fortalecer el compromiso con la paz.
Actividades principales durante la visita:
Día 1: 4 de junio
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Llegada a Naha, capital de Okinawa, en un vuelo especial.
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Visita al Cementerio Nacional de los Caídos en la Guerra de Okinawa, ubicado en la ciudad de Itoman, último frente de batalla en 1945. Allí, rendirán homenaje a los fallecidos colocando flores frente a un osario donde reposan más de 180.000 restos humanos.
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Posteriormente, recorrerán el monumento «Heiwa no Ishiji» (La piedra de la paz), donde están inscritos los nombres de los caídos, y también el Museo Memorial de la Paz, donde conversarán con sobrevivientes y testigos del conflicto.
Día 2: 5 de junio
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Visita al Museo Conmemorativo del «Tsushima Maru», barco escolar que fue hundido por un submarino estadounidense en 1944 mientras evacuaba niños hacia Kyūshū. El hundimiento causó la muerte de alrededor de 1.500 personas, incluidos 780 niños. Allí, la familia imperial escuchará los testimonios de los sobrevivientes.
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Asistirán a una exposición especial conmemorativa del 50º aniversario de la Exposición Internacional Marina de Okinawa (Expo 1975), evento celebrado como símbolo de integración tras la restitución de Okinawa a Japón en 1972.
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Finalmente, supervisarán los avances en la reconstrucción del Castillo de Shuri, destruido por un incendio en 2019. Este castillo es un emblema de la historia y el orgullo cultural del antiguo Reino de Ryūkyū.
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Por la noche, regresarán a Tokio.
Consideraciones especiales
La participación de la Emperatriz Masako está sujeta a su estado de salud. Si llegara a presentar dificultades, el Emperador y la Princesa Aiko continuarían la visita en su representación.
En síntesis
Esta visita no solo representa un acto de diplomacia simbólica, sino también un gesto de empatía hacia el sufrimiento del pueblo de Okinawa, una región que aún carga con las cicatrices de la guerra y las tensiones geopolíticas contemporáneas.
La presencia de Aiko, joven heredera, también transmite un mensaje de esperanza intergeneracional y compromiso con la memoria histórica.
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