📍Tōkyō | 14 de mayo de 2025


Hoy miércoles, Japón celebra el “Día del Kendama” (けん玉の日), una fecha conmemorativa dedicada a uno de sus juguetes más emblemáticos.

 

Es un instrumento de madera con forma de espada y bola que requiere paciencia, equilibrio y práctica para dominarlo. Pero detrás de este juguete aparentemente simple, hay una rica historia que mezcla tradición artesanal, creatividad japonesa e impacto global.

 


¿Por qué hoy?


La fecha fue elegida porque un 14 de mayo de 1919, el japonés Hamaji Egusa (江草濱次), oriundo de la ciudad de Kure (prefectura de Hiroshima), registró el diseño de lo que se considera el antecesor moderno del kendama: el “Nichigetsu Ball” (日月ボール). Este modelo, que incorporaba un diseño con dos copas y una bola perforada unida por un hilo, marcaría el nacimiento del kendama tal como se conoce hoy en día.

Para rendir homenaje a este invento, la organización Global Kendamas Network (GLOKEN/グロケン), con sede en Matsumoto (Nagano), propuso en 2017 la creación oficial del “Día del Kendama”. La propuesta fue reconocida y registrada por la Asociación Japonesa de Días Conmemorativos.

 


Más que un juego: un puente cultural


GLOKEN no solo promueve el kendama como juguete, sino como una herramienta de intercambio cultural. Bajo el lema “Unir al mundo a través del kendama”, han logrado llevar este pasatiempo japonés a más de 30 países, desde Estados Unidos hasta México, Francia, Chile o Filipinas.

Uno de sus logros más notables es la organización del Kendama World Cup, que se celebra cada año en la ciudad de Hatsukaichi, también en Hiroshima. Esta ciudad es reconocida como la cuna del kendama moderno, ya que fue allí donde Egusa encargó la fabricación en masa del “Nichigetsu Ball” gracias al talento local en carpintería y torneado de madera.

Hoy en día, Hatsukaichi sigue produciendo kendamas y es sede de torneos, talleres y festivales donde niños, adultos y visitantes internacionales comparten esta pasión.

 


¿Qué es el kendama?


A simple vista, el kendama es un juguete de madera compuesto por dos partes: el ken (けん/剣), que parece una espada o cruceta con copas, y la tama (たま/玉), una bola perforada que cuelga de un hilo. El objetivo es lograr encajar la bola en las copas o en la punta del ken, a través de una gran variedad de trucos que van desde lo básico hasta complejas acrobacias con saltos, giros y equilibrio.

Aunque parece sencillo, dominar el kendama requiere coordinación, paciencia y práctica. Y por eso se ha convertido en una herramienta pedagógica en muchas escuelas de Japón: ayuda al desarrollo psicomotor, la concentración y la perseverancia.

 


Una comunidad global


Hoy el kendama es mucho más que un juego tradicional. Jóvenes de todo el mundo lo combinan con cultura urbana, como el hip hop, el breakdance o el skate, y comparten sus trucos en redes sociales. Existen campeonatos internacionales, tutoriales en YouTube, marcas especializadas e incluso exámenes de certificación oficial organizados por GLOKEN.

El kendama, que durante años fue visto como un juguete tradicional japonés para niños, se ha transformado en un fenómeno global con espíritu moderno.

 


Un símbolo cultural que resiste el tiempo


En un mundo cada vez más digital, el kendama representa un regreso a lo físico, al juego con las manos, a la conexión directa con el entorno y con otras personas. Tal vez por eso su popularidad no ha hecho más que crecer, especialmente entre nuevas generaciones que valoran tanto la destreza como la estética y la comunidad.

En resumen, el “Día del Kendama” no es solo una celebración japonesa, sino un recordatorio de cómo una simple creación de madera puede conectar personas de distintas culturas, edades e idiomas.

Desde Hiroshima hasta París, de Santiago a Sapporo, el kendama sigue girando, saltando y uniendo al mundo con cada movimiento.

 



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