📍Tōkyō | 15 de mayo de 2025


En un país donde la puntualidad, el silencio y el orden son parte de la vida cotidiana, hay algo más que también se ha vuelto parte del paisaje urbano: las tiendas de conveniencia, o konbini.

Abiertas las 24 horas del día, los 7 días de la semana, forman parte del tejido diario de millones de personas. Y ahora, con una nueva ley aprobada  por el Senado japonés, estas tiendas darán un paso más en su rol social: podrán vender medicamentos de uso general.

Se trata de una modificación a la Ley de Medicamentos y Dispositivos Médicos (医薬品医療機器法) que busca facilitar el acceso a los medicamentos de venta libre, pero que al mismo tiempo introduce fuertes medidas para frenar el preocupante aumento de sobredosis entre jóvenes.


Una reforma que toca la vida cotidiana


Hasta ahora, si una persona necesitaba un analgésico, un antigripal o un jarabe para la tos, tenía que acercarse a una farmacia o droguería, y hablar con un farmacéutico o un vendedor autorizado. Pero la vida moderna en Japón no siempre se adapta a estos horarios. Una fiebre repentina de madrugada, un dolor que interrumpe el sueño o el cuidado de un familiar enfermo pueden volverse más difíciles sin acceso rápido a medicinas.

Con esta nueva reforma, será posible adquirir medicamentos en tiendas como 7-Eleven, Lawson o FamilyMart, siempre y cuando el comprador reciba una explicación online del uso del medicamento. Esto se podrá hacer a través de una videollamada desde el teléfono móvil, donde un farmacéutico autorizado explicará los efectos, dosis y precauciones.

Eso sí: no será una venta directa por parte del konbini, sino una extensión del servicio de farmacias aliadas. La tienda actuará como punto de entrega, pero con respaldo profesional.

Este sistema entrará en funcionamiento en un plazo de hasta dos años, una vez que se implementen las plataformas digitales y la logística necesaria.


El lado oscuro: el abuso entre los jóvenes


Pero esta apertura tiene una cara más oscura, que las autoridades no han querido ignorar: el alarmante aumento de casos de “overdose” o sobredosis entre adolescentes y adultos jóvenes en Japón.

Algunos medicamentos de venta libre, como ciertos jarabes para la tos o pastillas para dormir, contienen sustancias que pueden provocar efectos alucinógenos o sedantes si se consumen en exceso.

En los últimos años, se han registrado casos dramáticos en redes sociales, donde jóvenes compartían desafíos peligrosos relacionados con la ingesta masiva de pastillas. En algunos casos, las consecuencias han sido hospitalizaciones graves, y en otros, incluso muertes.

Por ello, la ley establece una nueva categoría: «medicamentos con riesgo de abuso», y limita su venta a jóvenes. Por ejemplo, a quienes estén por debajo de cierta edad (que se definirá en detalle más adelante), solo se les podrá vender una unidad pequeña por vez.

Esta medida, que busca evitar compras impulsivas o peligrosas, entrará en vigor en un plazo máximo de un año.


El problema del suministro: una lección aprendida en pandemia


Otro punto clave de esta reforma tiene que ver con el abastecimiento de medicamentos. Durante la pandemia de COVID-19, Japón vivió interrupciones preocupantes en la distribución de fármacos genéricos, sobre todo debido a errores de producción y controles de calidad fallidos en algunas farmacéuticas.

Con la nueva ley, las compañías farmacéuticas estarán obligadas a notificar al gobierno si suspenden la producción de un medicamento, para que las autoridades puedan actuar rápidamente y evitar una escasez generalizada.

Además, se creará un fondo de apoyo para que los laboratorios puedan mantener una producción estable de medicamentos genéricos y también acelerar el desarrollo de fármacos innovadores, lo que podría mejorar los tratamientos para enfermedades poco comunes o de alto impacto social.


Una ley que mira hacia adelante, con cautela


Esta reforma es un reflejo de la transformación de la sociedad japonesa. Por un lado, se adapta a la vida acelerada, urbana y digital de hoy, pero por otro, pone freno a una tendencia peligrosa entre los más jóvenes, como lo es el consumo irresponsable de fármacos.

Expertos en salud pública han valorado el equilibrio de la norma. “No se trata solo de hacer más fácil comprar medicamentos, sino de hacerlo de forma segura, informada y responsable”, dijo una vocera del Ministerio de Salud.

En las calles, las opiniones son variadas. Un hombre mayor que cuida a su esposa enferma se mostró aliviado: “Poder comprar medicina cerca de casa en la noche sería una bendición”. En contraste, una madre de secundaria expresó su preocupación: “Espero que de verdad controlen a quién se le vende. Hay muchos chicos que no miden los riesgos”.

Con esta ley, Japón da un paso importante hacia una medicina más accesible, pero también más vigilada.

En tiempos donde la salud mental, el abuso de sustancias y la vida digital se entrecruzan, regular con cuidado se vuelve más necesario que nunca.



©NoticiasNippon

Copy Protected by Chetan's WP-Copyprotect.