📍Tōkyō | 22 de mayo de 2025
En un Japón donde cada vez más se habla de igualdad de género y conciliación familiar, la realidad cotidiana de muchas madres sigue estando lejos de ese ideal.
Según una encuesta nacional publicada este miércoles por la firma de recursos humanos Mynavi (マイナビ), el 41.3% de las mujeres que han tomado permiso de maternidad han considerado dejar su empleo debido a la crianza de los hijos. Incluso entre aquellas que no tomaron dicho permiso, la cifra también es alta: 38%.
El estudio, realizado en línea, encuestó a 800 personas de entre 20 y 40 años que tienen hijos menores de edad (aún no escolarizados), entre ellas 600 que han tenido experiencias directas con licencias de crianza (育休, ikukyū).
El objetivo fue medir cómo se vive el balance entre trabajo y familia en la práctica.
👩👧👦 «No puedo ni pedir un día libre»
Una madre de 34 años en Saitama, con un hijo de 2 años, relató:
“Me gusta mi trabajo, pero cada vez que tengo que pedir medio día libre por la fiebre de mi hijo, siento que soy una carga para mi equipo. Me lo pienso mucho, aunque esté en mi derecho. He considerado dejarlo todo muchas veces”.
Este testimonio refleja una tendencia clara en la encuesta: muchas madres desean seguir como empleadas fijas, pero no encuentran un entorno laboral que las apoye.
De hecho, el 90% de las mujeres encuestadas afirmaron que desean seguir siendo 正社員 (seishain), es decir, empleadas permanentes, pero sienten que el sistema no las acompaña.
🧑🤝🧑 También los hombres sienten presión, pero menos
La encuesta también muestra que los hombres están comenzando a involucrarse más, aunque con diferencias notables. Entre los hombres que tomaron permiso de paternidad, el 33.3% dijo haber considerado dejar su empleo; entre los que no lo tomaron, solo el 18% pensó en renunciar.
La participación masculina en la crianza está creciendo, pero sigue siendo limitada:
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El 70% de los hombres afirmó que le gustaría que su esposa siguiera trabajando como empleada fija.
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Sin embargo, solo el 20.7% mencionó “ayudar con la crianza” como una condición para lograr un estilo de trabajo ideal, frente al 33% de mujeres que piden más cooperación por parte del esposo.
🗓️ El ideal: descanso los fines de semana… y poder pedirlo
A la hora de definir qué necesitan para trabajar de forma más equilibrada:
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Tanto hombres como mujeres respondieron que desean descansos los fines de semana (土日休み).
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En segundo lugar, las mujeres señalaron “poder tomar días libres sin importar si están criando hijos” (34.6%).
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Los hombres, por su parte, valoraron como segunda prioridad la reducción de las horas extra.
Esto refleja una visión compartida del valor del tiempo libre, pero también una carga aún desigual en el día a día, especialmente cuando surgen imprevistos como enfermedades o guarderías cerradas.
👶 Licencias de crianza: muy largas para ellas, demasiado cortas para ellos
La diferencia en el uso del permiso de crianza es otra señal del desequilibrio:
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El 60% de las mujeres encuestadas tomó licencias de un año o más.
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El 70% de los hombres, en cambio, tomó menos de 3 meses.
Este patrón es conocido como «mammy track» en Japón: las mujeres se ven obligadas a hacer pausas largas en su carrera, lo que luego les dificulta el ascenso o incluso la reintegración laboral. Muchos hombres, aunque dicen querer apoyar, temen al estigma o a las pérdidas salariales.
💸 Temores compartidos: el dinero manda
Una de las coincidencias más claras entre ambos géneros fue el temor económico:
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La principal preocupación al tomar licencia fue la “reducción de ingresos”.
Entre las mujeres también destacaron:
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El miedo a perder la conexión con la sociedad (22.3%), al pasar demasiado tiempo aisladas.
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Y la inquietud de tener una “pausa profesional” en su currículum (20.7%), algo que en muchos casos afecta futuras oportunidades laborales.
🧩 Contexto más amplio: Japón en busca del equilibrio
Este estudio llega en un momento clave para Japón, un país que envejece rápidamente y que necesita mantener a más personas activas en el mercado laboral, especialmente mujeres. Aunque el gobierno ha lanzado políticas de «igualdad de oportunidades» y «apoyo a la crianza», la práctica cotidiana demuestra que los entornos laborales aún son rígidos y el cambio cultural es lento.
🧠 Conclusión: querer no siempre es poder
La encuesta de マイナビ deja una lección clara: el deseo de las mujeres de seguir trabajando está, el de los hombres de apoyar también está, pero el sistema no siempre lo permite.
Si Japón quiere realmente avanzar hacia una sociedad donde criar hijos y trabajar no sea una contradicción, necesitará reformas más profundas: no solo en permisos laborales y guarderías, sino también en mentalidades.
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