📍Catar | 25 de mayo de 2025
Japón rompe una sequía de 64 años y conquista el oro en dobles masculinos en el Mundial de Tenis de Mesa en Doha.
En una jornada histórica para el tenis de mesa japonés, la dupla formada por Shinozuka Daigo y Togami Shunsuke logró una hazaña inolvidable: ganar la medalla de oro en la categoría de dobles masculinos .
Esta victoria pone fin a una espera de 64 años desde la última vez que Japón se coronó campeón en esta disciplina.
El partido final fue una auténtica batalla de nervios y técnica, en la que los japoneses se enfrentaron a la experimentada pareja de Taiwán, compuesta por Gao Cheng-Rui y Lin Yun-Ju, quienes habían sorprendido en rondas anteriores dejando fuera a potencias como China y Francia.
El marcador final fue de 3 sets a 2 a favor de los nipones, en un duelo que se definió en el último set y que mantuvo en vilo al público presente y a los seguidores desde casa.
Ambos jugadores japoneses, que participaron en los Juegos Olímpicos de París, comenzaron el encuentro cediendo el primer set por 6-11.
Sin embargo, se recuperaron rápidamente con un segundo set por 11-5, gracias a la agresividad del revés de Shinozuka y la solidez del juego de derecha de Togami. El tercer set volvió a complicarse para los japoneses, que no lograron descifrar los servicios y bloqueos de los taiwaneses, cayendo 7-11.
Fue entonces cuando apareció el temple. En el cuarto set, pese a un inicio parejo, lograron encadenar una racha de cinco puntos seguidos que les permitió llevárselo 11-6.
Ya en el set decisivo, demostraron una madurez notable: Shinozuka colocó golpes precisos con su derecha, mientras Togami respondió con seguridad ante los ataques del rival.
El marcador final, 11-6, desató la celebración del equipo japonés, que volvió a lo más alto del podio en esta categoría después de más de seis décadas.
Décadas de espera
La última vez que Japón ganó una medalla de oro en dobles masculinos fue en 1961, cuando la lograron Hoshino Nobuya y Kimura Koji, leyendas del deporte nipón. Esta nueva victoria no solo tiene valor simbólico, sino que también fortalece la moral del equipo nacional de cara a los próximos Juegos Olímpicos.
Reacciones
Tras el partido, Shinozuka Daigo confesó con una sonrisa que antes del torneo había dicho en voz alta que ganarían el oro, aunque no lo creía del todo posible. Explicó que sentía que esta oportunidad era única en la vida y expresó su alegría por haber podido superar el mal sabor que le dejó su eliminación en individuales.
Togami Shunsuke, por su parte, agradeció profundamente el apoyo recibido por parte de entrenadores, compañeros y su familia. Dedicó unas palabras emotivas a su compañero, reconociendo que el éxito fue posible porque juntos lograron superar momentos muy difíciles. También expresó su gratitud hacia sus padres, por haberlo traído al mundo y por permitirle descubrir el tenis de mesa.
Más allá del resultado, esta victoria representa el espíritu de lucha, el trabajo en equipo y la superación personal. Una señal clara de que el tenis de mesa japonés está viviendo un renacimiento, con jóvenes talentos capaces de competir y vencer a los mejores del mundo.
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