📍Hokkaido | 5 de junio de 2025
Un incidente de agresión que ha causado conmoción se produjo en la tarde del martes en el puerto de ferris de Tomakomai, Hokkaido.
Ocurrió cuando un ciudadano surcoreano de 38 años, de visita en Japón como turista, fue arrestado en flagrancia tras agredir físicamente a un joven japonés de 20 años, a quien no conocía.
Los hechos
El incidente ocurrió alrededor de las 16:00 horas. Según la policía local, el personal del puerto alertó al número de emergencia 110 tras escuchar a un hombre gritar de manera alterada.
Al llegar al lugar, los agentes encontraron al ciudadano surcoreano, desempleado, quien había golpeado a la víctima en la cabeza con una lata vacía y le había tirado del cabello.
El joven agredido, un funcionario público residente fuera de Hokkaido, no tenía relación previa con el atacante.
El surcoreano fue arrestado de inmediato por el delito de agresión en flagrancia. En su declaración inicial, confesó que perdió el control:
“No pude contener mis impulsos y lo golpeé”.
Un turista con problemas de autocontrol
La policía señaló que el hombre se encontraba en Japón por motivos turísticos y que estaba solo al momento de los hechos. Se investiga si estaba bajo la influencia del alcohol u otras sustancias, o si sufría de algún trastorno emocional que desencadenó la agresión.
Contexto legal y sanciones
En Japón, la agresión física se tipifica bajo el artículo 208 del Código Penal, que establece:
“El que cometiere actos de violencia contra otra persona, aunque no le cause lesiones, será castigado con prisión por un plazo que no exceda de dos años, multa de hasta 300.000 yenes, trabajos forzados o multa menor.”
En este caso, dado que el agresor utilizó un objeto (la lata vacía) y la agresión fue evidente, la fiscalía podría considerar agravantes, como el uso de un objeto contundente, lo que podría endurecer la pena.
Además, por tratarse de un extranjero, se aplican otras normativas de inmigración.
Según la Ley de Control de Inmigración y Reconocimiento de Refugiados, un extranjero que cometa delitos en Japón puede ser objeto de expulsión (deportación) si:
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Es condenado a prisión o a una pena mayor (artículo 24-4).
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Su conducta se considera una amenaza para la seguridad y el orden público.
Esto significa que, si el turista es condenado (aunque sea con una pena suspendida), podría ser deportado y se le podría prohibir reingresar a Japón durante un tiempo determinado (generalmente entre 1 y 5 años, dependiendo de la gravedad del delito y de si es reincidente).
Impacto social
Aunque Japón es conocido por su seguridad y bajo índice de criminalidad, los incidentes que involucran a extranjeros, especialmente turistas, pueden generar inquietud en la comunidad local y afectar la percepción pública de la seguridad en lugares turísticos como puertos, estaciones de tren y terminales de autobuses.
El caso también podría aumentar la sensibilidad social hacia la conducta de los visitantes extranjeros y motivar a las autoridades a reforzar las medidas de seguridad y los controles de comportamiento en las zonas públicas.
Conclusión
El ciudadano surcoreano, de 38 años, permanece bajo custodia policial mientras se determina la magnitud del delito y las consecuencias legales. La policía investiga si existieron otros factores que motivaron la agresión y si podría haber más víctimas o testigos.
Por ahora, el turista enfrenta un proceso penal que podría derivar en una multa, una pena de prisión de hasta dos años, y la expulsión del país con una prohibición de reingreso. Este caso recuerda la importancia de respetar las leyes locales y mantener un comportamiento adecuado durante las visitas al extranjero, para evitar poner en riesgo la seguridad propia y la de otras personas.
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