📍Ciudad del Vaticano | 8 de mayo de 2025
En un momento cargado de historia, simbolismo y expectación mundial, el Vaticano fue testigo en la madrugada del jueves (hora japonesa) del primer signo visible del proceso para elegir al nuevo líder de la Iglesia católica.
Una densa humareda negra salió de la chimenea de la Capilla Sixtina, después de las 19:00 (hora de Roma), revelando que ningún candidato alcanzó los 89 votos necesarios de los 133 cardenales electores y confirmando lo que muchos esperaban pero algunos aún albergaban como esperanza: el nuevo Papa todavía no ha sido elegido.
La elección, conocida como Cónclave, comenzó oficialmente tras cerrarse las puertas de la Capilla Sixtina, el lugar más sagrado y reservado del Vaticano durante estos días. 133 cardenales electores —incluidos dos japoneses, el cardenal Thomas Aquino Manyo Maeda y el cardenal Kikuchi Isao— han iniciado un proceso espiritual, político y profundamente humano que puede prolongarse por varios días.
El sistema, que se remonta al siglo XIII, se basa en una regla clara pero exigente: para que un cardenal sea elegido Papa, debe obtener dos tercios de los votos. La votación se hace en absoluto secreto, y el resultado de cada ronda es anunciado al mundo por el color del humo que sale de la chimenea:
•Negro, como hoy, significa que no hubo acuerdo.
•Blanco, es la esperada señal que gritará al mundo: ¡Habemus Papam! (“Tenemos Papa”).
Un momento de emociones encontradas
En la Plaza de San Pedro, miles de fieles —bajo paraguas y rodeados de cámaras y teléfonos móviles— aguardaron en silencio y con el corazón en vilo. Cuando el humo negro apareció, algunos suspiraron con resignación, otros se tomaron de las manos, mientras los reporteros internacionales lo confirmaban: aún no hay sucesor de Francisco.
Para muchos, este no es solo un cambio de liderazgo eclesiástico. La muerte del Papa Francisco el mes pasado dejó un vacío espiritual y simbólico profundo. Fue un Papa reformista, humilde y cercano a los pobres, que luchó por renovar una Iglesia marcada por escándalos, divisiones y el desafío de volver a conectar con los jóvenes y los alejados de la fe.
Lo que viene: más votaciones y expectativas
A partir de mañana, el Cónclave retomará su ritmo habitual con hasta cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde.
Si ninguna de ellas resulta concluyente, las papeletas se quemarán conjuntamente al final de cada sesión, generando humo negro que se espera ver cerca del mediodía y al anochecer.
En caso de que se alcance el consenso necesario en la primera votación de la mañana, la esperada fumata blanca podría aparecer poco después de las 10:30 (hora local).
Si la elección se produce durante la tarde, el humo blanco emergerá tras las 17:30 (hora local).
Así, los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro y quienes siguen el proceso desde todo el mundo podrán esperar hasta cuatro posibles señales de humo al día, dos en cada bloque de votación, hasta que finalmente se anuncie al nuevo Papa.
Últimos 10 cónclaves de la Iglesia Católica:
¿Cuánto dura un cónclave y cuántas votaciones hacen falta para elegir a un Papa?
Un cónclave puede durar desde dos días hasta casi una semana, dependiendo de cuán dividida esté la opinión entre los cardenales. Para que haya un nuevo Papa, se necesita una mayoría de dos tercios en las votaciones.
Comparativa histórica de los últimos 10 Papas
•El cónclave más largo fue el de Pío XI en 1922, con 14 votaciones en 5 días.
Esto reflejaba un contexto más tenso tras la Primera Guerra Mundial y fuertes divisiones internas.
•El más corto fue el de Pío XII en 1939: solo 3 votaciones en 2 días. Su elección fue casi inmediata, en un momento de urgencia justo antes de la Segunda Guerra Mundial.
•Los papas recientes (Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco) han sido elegidos rápidamente: todos en solo 2 o 3 días, y con entre 4 y 8 votaciones, lo que refleja procesos más ágiles, gracias a la tecnología, organización y consensos más rápidos entre los cardenales.
Tendencia moderna
Desde los años 70, los cónclaves tienden a ser más breves. Esto puede deberse a:
•Mayor preparación previa entre los cardenales.
•Mejores condiciones logísticas.
•El deseo de evitar largos periodos sin liderazgo.
•Mayor claridad sobre los perfiles preferidos para continuar reformas o tradiciones.
Resultados:
Votaciones y días antes del humo blanco
•Pío X: 7 votaciones / 4 días
•Benedicto XV: 10 votaciones / 3 días
•Pío XI: 14 votaciones / 5 días
•Pío XII: 3 votaciones / 2 días
•Juan XXIII: 11 votaciones / 4 días
•Pablo VI: 6 votaciones / 3 días
•Juan Pablo I: 4 votaciones / 2 días
•Juan Pablo II: 8 votaciones / 3 días
•Benedicto XVI: 4 votaciones / 2 días
•Francisco: 5 votaciones / 2 días
¿Un Papa de fuera de Europa otra vez? ¿Un continuador del legado de Francisco o un cambio de rumbo?
Son las preguntas que se hacen tanto dentro como fuera de la Iglesia. Para los católicos en Asia, África y América Latina —regiones donde la Iglesia crece más rápidamente— esta elección representa una oportunidad de mayor inclusión. Para Europa, es un momento para reflexionar sobre su lugar en la fe global.
Mientras tanto, el mundo espera. En silencio. Con esperanza. Y con los ojos puestos en el cielo… o más exactamente, en una chimenea de ladrillo que, en cualquier momento, podría emitir un humo blanco que cambie el rumbo de la historia.
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