TOKIO.- El 27 de enero de 2025, Fuji TV anunció la renuncia de su presidente, Minato Koichi, y del presidente del consejo, Kano Shuji, tras una serie de críticas relacionadas con el manejo de un escándalo que involucró al extalento Nakai Masahiro.
La situación puso en riesgo la credibilidad y estabilidad de la emisora. Como sucesor de Minato, se nombró al actual ejecutivo senior, Shimizu Kenji, como nuevo presidente.
Contexto de la crisis
El escándalo comenzó con la polémica reacción de Fuji TV frente a las acusaciones hacia Nakai Masahiro, lo que desató cuestionamientos sobre su liderazgo.
El 17 de enero, Minato ofreció una conferencia de prensa que fue ampliamente criticada por limitar el acceso a los medios, prohibir grabaciones y restringir preguntas abiertas.
Esta estrategia no solo generó rechazo en la opinión pública, sino que también llevó a varios patrocinadores a suspender sus campañas publicitarias, lo que impactó financieramente a la emisora.
Respuestas y medidas adoptadas
Ante la presión, Fuji TV realizó varios movimientos para abordar la crisis:
- Segunda conferencia de prensa (27 de enero): En esta ocasión, se levantaron las restricciones impuestas anteriormente, permitiendo el acceso a todos los medios y permitiendo grabaciones, aunque con un retraso de 10 minutos para proteger la privacidad en las transmisiones en vivo.
- Reunión con empleados (23 de enero): Minato y Kano participaron en una sesión de preguntas y respuestas con el personal, donde enfrentaron críticas directas. Durante esta reunión, Minato reconoció que la primera conferencia fue un error y asumió responsabilidad parcial, aunque evitó profundizar sobre su renuncia. Kano, por su parte, dejó entrever su intención de dimitir, aunque inicialmente expresó su compromiso de enfrentar la situación.
Impacto interno y externo
El mal manejo del escándalo dañó tanto la imagen corporativa de Fuji TV como su relación con patrocinadores y audiencias.
Las críticas se centraron en la falta de transparencia y en decisiones percibidas como opacas, especialmente por tratarse de una empresa mediática que debería representar la apertura y la verdad.
El nombramiento de Shimizu Kenji como nuevo presidente marca el inicio de un intento por restaurar la confianza.
Se espera que implemente reformas para fortalecer la transparencia y reparar la relación con patrocinadores y espectadores.
Análisis
Este episodio subraya la importancia de una gestión adecuada de crisis en la industria mediática.
En un sector donde la credibilidad es clave, las acciones restrictivas y la falta de comunicación abierta pueden tener consecuencias graves tanto a nivel reputacional como financiero.
El caso de Fuji TV se convierte en un recordatorio de que las empresas deben priorizar la rendición de cuentas y la transparencia en situaciones críticas.
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EL DATO
Fuji TV enfrenta un desafío importante para recuperar su posición en el mercado japonés. Las próximas acciones de la nueva dirección serán cruciales para determinar si logran superar esta crisis o si los daños perdurarán en el tiempo.
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