TOKIO.- El 9 de marzo es una fecha especial conocida como el Día del Agradecimiento (感謝の日, Kansha no Hi) en el archipiélago nipón.
Se eligió esta fecha porque en japonés, el número 3 (san) y 9 (kyuu) suenan parecido a “Thank you” en inglés.
Es una de esas conmemoraciones que nos invitan a reflexionar sobre lo que tenemos y a expresar gratitud por las personas y experiencias que han marcado nuestra vida.
No es solo para la familia, es para todos
Ya tenemos días dedicados a agradecer a nuestros padres, como el Día del Padre o el Día de la Madre, pero el Día del Agradecimiento es más amplio.
Es una oportunidad para reconocer a todas las personas que han influido en nuestro camino: amigos, maestros, colegas, e incluso desconocidos que, con un pequeño gesto, hicieron nuestro día mejor.
También es una ocasión para valorar las experiencias, tanto buenas como malas, que nos han hecho crecer.
¿Quién creó este día? Un pequeño misterio
Esta conmemoración fue registrada oficialmente por la Asociación Japonesa de Días Conmemorativos, pero la persona que propuso la idea, un tal señor Yokoyama de la prefectura de Ehime, es un enigma. No hay información sobre quién es realmente ni por qué quiso establecer este día, lo que deja una especie de misterio alrededor de la celebración.
El significado profundo de la gratitud
La palabra “感謝” (Kansha), que significa agradecimiento en japonés, tiene un significado interesante si se analiza desde la escritura kanji:
•感 (kan): Representa el acto de sentir profundamente, de ser conmovido por algo.
•謝 (sha): Significa expresar gratitud con palabras, pero también está compuesto por los caracteres “言” (palabra) y “射” (disparar/flecha). Esto simboliza que, al decir “gracias”, es como si lanzáramos nuestras emociones, liberando la tensión en nuestro corazón, al igual que un arquero que suelta una flecha y deja de tensar el arco.
En otras palabras, expresar gratitud no solo beneficia a quien la recibe, sino que también libera y alivia a quien la da.
Una excusa para agradecer y mejorar nuestro día
En la rutina diaria, muchas veces damos por sentado lo que tenemos: el apoyo de nuestra familia, la amabilidad de un compañero de trabajo o incluso el esfuerzo de quienes mantienen en orden nuestra ciudad. Este día es una excusa perfecta para detenernos un momento y decir “gracias” con intención y desde el corazón.
No se necesita un gran gesto para demostrar gratitud. Un simple “arigatō” con una sonrisa puede iluminar el día de alguien. ¿Y por qué no hacerlo un hábito diario en lugar de solo un día al año?
Así que hoy, 9 de marzo, tómate un momento para pensar en todas esas personas y experiencias que han enriquecido tu vida. Si puedes, exprésales tu agradecimiento.
Y si no, simplemente reconócelo en tu interior. A fin de cuentas, ser agradecido no solo nos conecta con los demás, sino que también nos hace sentir más felices y en paz.
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