AICHI.- Ayer domingo 16 de marzo, en la ciudad de Okazaki, un hombre de 82 años fue detenido por intentar robar una barra de chocolate.
Se trata de Katayama Yoshiyoshi, quien fue detenido en flagrancia por la policía en una tienda FamilyMart y agredir a la gerente para escapar.
🕵️♂️ ¿Qué sucedió?
🔹 Aproximadamente a las 12:30 p. m., el anciano tomó un chocolate y salió de la tienda sin pagarlo.
🔹 La gerente, una mujer de 47 años, lo detuvo al notar el robo.
🔹 En un intento de fuga, el hombre la sujetó del brazo y la empujó al suelo.
🔹 Sin embargo, no logró escapar y fue reducido en el lugar.
🔹 Afortunadamente, la gerente no sufrió heridas.
Tras estos hechos, la policía arrestó al sospechoso en el acto bajo el cargo de «robo violento» (事後強盗, jigo-gōtō). Durante los interrogatorios, negó los cargos, declarando: «No he hecho nada».
⚖️ ¿Qué dice la ley japonesa?
En Japón, el delito que se le imputa se conoce como «robo violento» (事後強盗, jigo-gōtō). Este se aplica cuando una persona comete un robo y, para escapar, usa la fuerza o agrede a alguien.
🔸 Pena establecida por la ley:
➡️ De 5 años a cadena perpetua en prisión.
Si el delito se hubiese quedado en simple hurto (窃盗, settō), la pena sería mucho menor (hasta 10 años de prisión o multa). Pero al usar la violencia contra la gerente, la situación se agravó considerablemente.
🏛 Antecedentes y contexto en Japón
🔎 Aumento de robos por adultos mayores
Japón enfrenta un problema creciente: la criminalidad en ancianos. Factores como soledad, pobreza y enfermedades mentales han llevado a muchos a cometer pequeños delitos, especialmente hurtos en tiendas.
Según datos recientes, más del 20% de los arrestados por robos en tiendas tienen más de 65 años.
📌 Casos similares recientes: 1️⃣ En 2023, un hombre de 84 años fue arrestado en Tokio por robar comida en un supermercado y atacar a un guardia de seguridad.
2️⃣ En 2022, una anciana de 79 años fue detenida por hurtar productos básicos y forcejear con empleados.
🔍 Reflexión final
Este caso no es solo un delito aislado, sino que refleja un problema social más profundo en Japón: el aumento de la criminalidad en la tercera edad. Mientras algunos lo hacen por necesidad, otros actúan por problemas de salud mental o simplemente por rebeldía.
Sin embargo, la ley no hace excepciones por la edad y los castigos pueden ser severos, incluso en casos como este, donde el robo fue menor, pero la agresión agravó la situación.
©NoticiasNippon