SIRIA.- El 8 de diciembre de 2024, las fuerzas opositoras al régimen de Bashar al-Asad declararon la «liberación» de la capital, Damasco, y afirmaron haber derrocado al líder.

A través de canales oficiales y redes sociales, los rebeldes anunciaron el colapso del régimen, aunque no ha habido confirmación por parte de las autoridades gubernamentales.


Contexto del conflicto

Desde finales de noviembre, los rebeldes han intensificado sus ataques contra el régimen de Asad, logrando tomar importantes puntos estratégicos:

  • Alepo (norte): Una de las principales ciudades del país.
  • Hama y Homs (centro): Ciudades clave que conectan regiones del país con Damasco.
  • Damasco: La capital y símbolo del poder del régimen.

El avance rebelde se ha visto favorecido por la debilitación de los aliados tradicionales de Asad, como Rusia y Hezbolá, ocupados en otros frentes (Ucrania e Israel, respectivamente).


Dinámica del conflicto actual

Oposición rebelde

El movimiento opositor está liderado por la «Organización para la Liberación de Siria,» una facción derivada del grupo extremista Nusra Front, vinculado históricamente a Al-Qaeda. Se estima que cuenta con hasta 30,000 combatientes y ha centrado sus operaciones en el noroeste del país desde su base en Idlib.

El líder rebelde, Abu Mohammad al-Jawlani, afirmó en entrevistas recientes que el objetivo es la caída total del régimen, empleando «todos los medios disponibles.»


Estrés sobre el régimen

  • Colapso militar: Según funcionarios estadounidenses, las fuerzas armadas de Asad han quedado «desmanteladas.» La falta de apoyo de sus aliados ha dejado al régimen vulnerable.
  • Ausencia de liderazgo: Los rumores sobre la huida de Asad y la falta de comunicación oficial sugieren un vacío de poder.

Respuesta internacional

  • Estados Unidos: Aunque monitorea de cerca la situación, la administración Biden ha enfatizado la cooperación con socios en la región. Por otro lado, el expresidente Trump ha instado públicamente a mantener a Estados Unidos fuera del conflicto.
  • Impacto humanitario: Según la ONU, más de 370,000 personas han sido desplazadas desde el 27 de noviembre, muchas obligadas a sobrevivir en condiciones extremas.

Escenarios posibles

  1. Transición caótica: Aunque los rebeldes han instado al orden, el vacío de poder en Damasco podría generar caos y violencia.
  2. Fragmentación del territorio: Si el régimen colapsa, es probable que el país se divida aún más entre facciones, incluyendo la presencia de remanentes del Estado Islámico.
  3. Reacción internacional: La comunidad global podría intervenir para estabilizar el país o, como sugiere Trump, optar por una postura de no involucramiento.

Conclusión

La proclamada «liberación» de Damasco marca un punto de inflexión en el conflicto sirio, que ha perdurado por más de una década.

Sin embargo, el colapso del régimen de Asad plantea nuevos desafíos, tanto para la estabilidad interna de Siria como para las dinámicas geopolíticas en el Medio Oriente.

 



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