TOKIO.- Cuando uno escucha «Ise ebi» (langosta japonesa), es común pensar que se pesca en Mie, porque lleva el nombre «Ise».
Sin embargo, últimamente la costa de Chiba, en la zona de la península de Bōsō, se ha convertido en un lugar donde se están pescando muchísimas langostas.
De hecho, Chiba superó a Mie y ahora es el lugar número uno en Japón en cantidad de captura de Ise ebi, con 238 toneladas al año, lo que representa más del 20% de la producción nacional.
Esta langosta es apreciada porque su carne es gruesa, tiene una textura crujiente y un sabor dulce. Se disfruta mucho en sashimi, a la parrilla o en sopa de miso.
El problema de la pesca ilegal (密漁 – Mitsuryou)
Debido a que la Ise ebi se vende a precios altos y es muy buscada, también ha atraído a grupos de pescadores furtivos, principalmente extranjeros, que pescan sin permiso.
En Chiba, la captura de Ise ebi está regulada y protegida por una ley de pesca.
Solo los pescadores autorizados pueden capturarla y, si alguien pesca sin ese permiso, puede recibir multas de hasta 1 millón de yenes (aproximadamente 6,000 dólares).
¿Cómo se realiza la pesca ilegal y cómo los atrapan?
La Guardia Costera de Katsuura está vigilando constantemente, porque los pescadores ilegales aparecen casi cada semana.
Una patrulla nocturna detectó a un hombre sospechoso en la oscuridad. Lo siguieron y lo encontraron pescando langostasen la zona rocosa y escondiéndolas en una bolsa.
Cuando lo revisaron, llevaba 6 langostas, de entre 12 y 20 centímetros, con un peso total de 1.2 kilos.
El hombre era un ciudadano vietnamita de unos 60 años, que vive en Kisarazu, Chiba.
Llevaba más de 30 años en Japón y hablaba japonés sin problemas. Aun así, dijo que no sabía que era ilegal.
Incluso, pescaba muy cerca de un cartel que claramente decía “Prohibido pescar” en japonés, inglés, chino y con dibujos.
El caso más grave: 54 langostas capturadas de forma ilegal
En otro operativo, atraparon a tres vietnamitas que habían pescado 54 langostas (¡13 kilos en total!).
Uno de ellos solo capturó 29 piezas, lo que en el mercado podría costar más de 70,000 yenes (unos 450 dólares).
Este tipo de pesca furtiva pone en peligro la industria local y los recursos naturales, porque si se repite muchas veces en varios puertos, el daño económico y ambiental puede ser enorme.
La Ise ebi en la cultura y la gastronomía japonesa
La Ise ebi no es solo un alimento caro, es un símbolo de lujo, prosperidad y buena suerte en Japón.
¿Cómo se come la Ise ebi?
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Sashimi (cruda):
- Se sirve fresca, con la carne blanca, dulce y firme.
- La textura es crujiente y el sabor dulce se disfruta más así.
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Yaki (asada a la parrilla):
- El olor al asarla es irresistible y su sabor se intensifica.
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Miso shiru (sopa de miso con Ise ebi):
- El caparazón y la cabeza se usan para hacer un caldo con sabor muy profundo y delicioso.
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Como ofrenda en Año Nuevo (Osechi Ryōri):
- Muchas familias la usan en sus platos de Año Nuevo porque representa larga vida y buena fortuna, por sus grandes antenas y forma curva que parece la de un anciano encorvado (símbolo de longevidad).
Dato cultural curioso:
La Ise ebi aparece hasta en emblemas de santuarios y artes tradicionales japonesas. En bodas o celebraciones importantes, comer Ise ebi es símbolo de bendición y abundancia.
Por eso, para los japoneses no es solo un marisco, sino un alimento cargado de significado que debe protegerse.
Marco legal
En Japón, los recursos marinos como la Ise ebi son considerados propiedad común del país, pero no cualquiera puede ir y pescarlos.
Por eso existen leyes y permisos especiales que controlan quién puede pescar y cómo hacerlo.
Puntos clave de la Ley de Pesca japonesa:
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Licencia o derecho de pesca (漁業権 – Gyogyōken):
- Solo los pescadores o las cooperativas de pesca que tengan este permiso pueden pescar ciertos productos como la Ise ebi.
- Estos derechos se otorgan para proteger especies que podrían desaparecer si se pescan sin control.
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Multas por pesca ilegal:
- Si alguien pesca sin permiso especies protegidas como la Ise ebi, comete un delito.
- La sanción puede ser una multa de hasta 1 millón de yenes (más de 6 mil dólares) o incluso prisión.
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Períodos de veda:
- Hay épocas del año donde está totalmente prohibido pescar ciertas especies para proteger su ciclo de reproducción y evitar que se acaben.
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Tamaños mínimos y cantidades:
- También hay reglas sobre el tamaño de los animales que se pueden pescar y el número permitido por día.
¿Por qué se cuida tanto? Porque si se pescan demasiados o si se sacan los pequeños que aún no se han reproducido, en pocos años se puede acabar la especie y desaparecer de las costas japonesas.
Reflexión final
La langosta japonesa es un tesoro natural y cultural de Japón. Por eso, su pesca está protegida por ley, para asegurar que futuras generaciones también puedan disfrutarla.
La pesca furtiva no es solo un delito, sino que también afecta a los pescadores que trabajan legalmente, a la economía local y al medio ambiente marino.
La Guardia Costera de Katsuura continuará vigilando y deteniendo estas actividades para proteger este recurso tan valioso.
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