ROMA.- Después de casi 40 días hospitalizado por una neumonía bilateral grave, el Papa Francisco compartió un mensaje muy humano y reflexivo, mientras se prepara para dejar el hospital Policlínico Gemelli, donde su salud llegó a estar en riesgo en dos ocasiones.
El Papa explicó que durante este tiempo de recuperación ha sentido y reflexionado mucho sobre la paciencia de Dios. Dijo que pudo ver esa paciencia reflejada también en la dedicación de los médicos, enfermeros y familiares que cuidan a los enfermos. Aseguró que esta experiencia lo ayudó a entender mejor cuánto amor y esperanza hay en quienes acompañan a los que sufren.
Hoy, el Papa regresará a su residencia en el Vaticano, Casa Santa Marta, donde continuará su recuperación por al menos dos meses más. Los médicos le ordenaron reposo absoluto, sin reuniones ni eventos que pongan en peligro su salud. En su casa tendrá un equipo médico disponible las 24 horas del día.
La enseñanza de la paciencia y el amor de Dios
En su mensaje del rezo del Ángelus, el Papa compartió una enseñanza basada en la parábola de la higuera estéril. Jesús cuenta esta historia para explicar que Dios es como un agricultor paciente, que cuida la tierra con dedicación y espera con amor a que cada persona dé frutos y regrese a Él.
El Papa resaltó que esa paciencia de Dios, llena de confianza y amor, es muy necesaria en la vida, sobre todo en los momentos más duros y dolorosos, como los que él mismo acaba de vivir en el hospital.
Llamado urgente por la paz en Gaza y en el mundo
Además de su reflexión espiritual, el Papa Francisco mostró su profunda tristeza por la situación en Gaza, donde los bombardeos de Israel han causado 634 muertos en solo cuatro días, en su mayoría mujeres y niños. Incluso, contó que las bombas casi alcanzan la única parroquia católica de la zona.
Pidió con fuerza el cese inmediato de los ataques y que las partes en conflicto tengan el valor de dialogar, liberen a los rehenes y busquen un alto el fuego definitivo. También recordó la grave crisis humanitaria que vive Gaza y pidió la intervención urgente de la comunidad internacional.
Esperanza por la paz en Armenia y Azerbaiyán
El Papa también expresó su alegría porque Armenia y Azerbaiyán lograron acordar un texto final para firmar la paz después de más de 30 años de conflictos. Dijo que espera que el acuerdo se firme pronto y traiga una paz duradera a esa región del mundo.
Agradecimiento y oración por la paz mundial
Francisco agradeció las muchas oraciones que han hecho por él en todo el mundo durante su enfermedad. Con cariño dijo:
«Con tanta paciencia y perseverancia siguen rezando por mí: ¡muchas gracias! Yo también rezo por ustedes.»
Por último, pidió a todos que sigan rezando por el fin de las guerras en lugares como Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán y el Congo.
Terminó su mensaje encomendando a todos a la protección de la Virgen María mientras nos acercamos a la celebración de la Pascua.
ACTUALIZACIÓN.
Histórica visita a Japón
El papa Francisco visitó Japón del 23 al 26 de noviembre de 2019, marcando la primera visita de un pontífice al país en casi 40 años, desde la llegada de Juan Pablo II en 1981.
Su viaje estuvo centrado en el lema “Proteger toda vida”, un mensaje que resaltó la importancia de la paz, el desarme nuclear y la dignidad humana.
Durante su estadía, recorrió tres ciudades clave:
•Nagasaki e Hiroshima (24 de noviembre): En estos lugares, que sufrieron los bombardeos atómicos de 1945, el papa lanzó un fuerte llamado contra las armas nucleares.
En Nagasaki visitó el Monumento a los Mártires Cristianos, recordando la historia de la persecución religiosa en Japón. Luego, en Hiroshima, participó en un evento de paz en el Parque Conmemorativo de la Paz, donde abogó por un mundo libre de armamento nuclear.
•Tokio (25 de noviembre): Se reunió con el emperador Naruhito y el entonces primer ministro Abe Shinzō.
También tuvo un encuentro con jóvenes, donde habló sobre los desafíos de la sociedad moderna, y celebró una multitudinaria misa en el Tokyo Dome, un evento significativo en un país donde los católicos representan menos del 0.5% de la población.
Este viaje fue particularmente simbólico no solo por la minoría católica en Japón, sino también por la conexión personal del papa Francisco con el país. Cuando era joven, soñó con ser misionero en Japón, pero problemas de salud se lo impidieron.
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