Exseleccionado de rugby japonés detenido por conducir ebrio y sin licencia

 


📍Tōkyō  |  6 de octubre


La madrugada del domingo, la policía de la prefectura de Chiba detuvo a Feao Fetuaani Lautaimi (32 años), exjugador de la selección nacional de rugby de Japón y miembro del club NEC Green Rockets Tokatsu, bajo sospecha de conducir bajo los efectos del alcohol y sin licencia.

Según el informe policial, Lautaimi fue encontrado durmiendo al volante en un cruce en la ciudad de Abiko. Al ser despertado por un agente, intentó huir acelerando repentinamente, pero se detuvo pocos metros más adelante.

La prueba de alcoholemia arrojó niveles superiores al límite legal permitido, y el exjugador admitió los cargos al ser interrogado:

“No hay error, lo reconozco”, declaró a los investigadores.

 


🧩 Contexto humano y deportivo


Fe’ao Lautaimi, originario de Tonga, llegó a Japón para jugar rugby profesional y fue naturalizado japonés, representando al país en partidos internacionales. Su carrera había sido destacada dentro del circuito nacional, siendo considerado un ejemplo de integración de atletas extranjeros.
Este incidente, sin embargo, ha generado una profunda decepción en el entorno deportivo japonés, donde los valores de disciplina, autocontrol y respeto social son pilares fundamentales.

El caso recuerda a otros episodios que han puesto en debate la responsabilidad de los deportistas de élite y el impacto de su comportamiento fuera del campo. En Japón, los atletas —como figuras públicas— son vistos como modelos de conducta, y las faltas legales pueden acarrear no solo sanciones judiciales, sino también consecuencias profesionales y sociales severas.

 

⚖️ Marco legal


En Japón, conducir ebrio y sin licencia constituye un delito penal grave bajo la Ley de Tránsito Vial (道路交通法).
Las sanciones aplicables pueden incluir:

  • Conducción bajo los efectos del alcohol:
    → hasta 3 años de prisión o una multa de hasta 500.000 yenes.

  • Conducción sin licencia:
    → hasta 1 año de prisión o una multa de hasta 300.000 yenes.

  • Intento de fuga o conducción peligrosa:
    → puede aumentar la pena hasta 5 años de cárcel dependiendo de la gravedad del acto.

Además, las autoridades pueden revocar el permiso de residencia o naturalización en casos donde el extranjero cometa delitos repetidos o considerados de alto riesgo público, especialmente si hay peligro para terceros.

 

💬 Reflexión social


El caso Lautaimi abre nuevamente la conversación sobre el uso responsable del automóvil y el consumo de alcohol en Japón, donde los controles son estrictos y existe una fuerte cultura de “tolerancia cero” hacia la conducción bajo influencia.
En muchas prefecturas, incluso los acompañantes sobrios pueden ser sancionados si permiten que un conductor ebrio tome el volante.

La sociedad japonesa considera que la confianza pública se construye con coherencia: quien lleva el uniforme de un club o representa una bandera nacional debe actuar con el mismo compromiso dentro y fuera del campo.

 

 



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