Reglas en papel, fuego en la práctica: la otra cara de la seguridad aérea china


📍Shanghái, 19 de octubre


Un vuelo de Air China (CA139) que cubría la ruta entre Hangzhou (China) y Seúl (Corea del Sur) tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Shanghái luego de que una batería portátil (power bank) se incendiara dentro del compartimento superior del avión.

Según informó la aerolínea, el fuego se originó espontáneamente en el interior del equipaje de mano de un pasajero, sin intervención humana directa. Gracias a la rápida reacción de la tripulación y a la coordinación del piloto, las llamas fueron controladas antes de que se extendieran.

No se reportaron heridos ni daños graves en la aeronave, pero el susto entre los pasajeros fue considerable: el humo comenzó a salir de un compartimento y se escucharon gritos antes de que el personal de cabina utilizara los extintores.

 

⚖️ Marco legal y normativo


El incidente pone de nuevo sobre la mesa un tema recurrente en la aviación moderna: el riesgo que representan las baterías de litio en espacios presurizados.

Las normas internacionales —como las de la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo)— prohíben llevar baterías de litio en equipaje facturado y limitan su capacidad a 100 Wh en el equipaje de mano. En algunos casos, se permite hasta 160 Wh con autorización expresa de la aerolínea.

En China, la autoridad de aviación civil (CAAC) exige además que los dispositivos tengan la certificación 3C, una marca de seguridad que garantiza la calidad del producto.

Sin embargo, en la práctica muchos pasajeros desconocen o ignoran las reglas, y los controles previos al embarque no siempre detectan baterías defectuosas, falsificadas o sin sello de seguridad. Este vacío operativo ha sido criticado en redes chinas, donde usuarios comentaron que las medidas “son estrictas en el papel, pero laxas en la realidad”.

 

🧯 Una tendencia preocupante


El caso de Air China no es aislado.

En los últimos meses se han reportado incidentes similares en vuelos de JetBlue (EE. UU.) y Philippine Airlines, donde cargadores portátiles y cigarrillos electrónicos se incendiaron en pleno vuelo. En la mayoría de los casos, las causas fueron sobrecalentamiento o cortocircuitos internos, a menudo en productos de bajo costo o sin certificación.

Las aerolíneas han empezado a reaccionar: algunas prohíben cargar dispositivos mientras están guardados en el compartimento superior, mientras que otras han comenzado a instalar bolsas ignífugas para aislar dispositivos que se sobrecalientan durante el vuelo.

 

 

 

💬 Reacciones


En redes sociales chinas, el incidente se viralizó bajo el hashtag #AirChina火灾 (incendio Air China).

Muchos usuarios coincidieron en la sensación de impotencia:

“Las aerolíneas endurecen las reglas, pero los controles son de papel.”

“Cualquiera puede llevar un power bank barato de internet sin que nadie lo revise.”

Expertos en seguridad aérea advirtieron que los vuelos modernos transportan cientos de dispositivos con baterías —teléfonos, tabletas, relojes, consolas—, lo que multiplica el riesgo si no hay una cultura de prevención.

 

 

 

🔍 Conclusión


El episodio del vuelo de Air China es una advertencia más de que la seguridad aérea no depende solo de las normas, sino también del comportamiento individual y la calidad de los productos tecnológicos.

Aunque las autoridades aseguran que las regulaciones son suficientes, este tipo de accidentes revela que los controles aún tienen grietas y que la confianza del pasajero no puede darse por sentada cuando un simple cargador puede convertirse en una amenaza.



©️ Noticias Nippon

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