TOKIO.- Hoy domingo 23 de febrero, el Emperador Naruhito celebra su 65º cumpleaños, y con motivo de esta fecha, ofreció una rueda de prensa en la que compartió sus pensamientos sobre el significado de este año, marcado por el 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial.
En su discurso, el Emperador destacó la importancia de recordar las dificultades que atravesaron quienes ayudaron a reconstruir Japón después de la guerra. Subrayó que este aniversario es una oportunidad para renovar el compromiso con la paz y valorar su importancia en la historia del país.
“Espero que este año sea una ocasión para reflexionar sobre el sufrimiento de quienes construyeron los cimientos del Japón moderno, grabar en nuestros corazones el valor de la paz y renovar nuestro compromiso con ella”, expresó.
Un legado de paz transmitido por sus padres
El Emperador recordó que sus padres, el Emérito Akihito y la Emérita Michiko, a lo largo de los años le han hablado sobre sus experiencias durante la guerra y su fuerte deseo de mantener la paz. En ese sentido, enfatizó su deber de continuar con ese legado, siempre pensando en el bienestar del pueblo japonés y cumpliendo con su papel como símbolo de la nación.
También destacó la labor de los jóvenes que, sin haber vivido la guerra, se dedican a transmitir su historia a las nuevas generaciones. Afirmó que estas iniciativas tienen un significado aún más profundo en este 80º aniversario, ya que permiten que el recuerdo de las dificultades del pasado no se pierda con el tiempo.
Su mensaje sobre la familia imperial y la sociedad
El Emperador también se refirió a su hija, la Princesa Aiko, expresando su deseo de que continúe siendo consciente del impacto que la guerra tuvo en muchas personas y que mantenga en su corazón el respeto por quienes sufrieron a causa de ella.
Sobre su sobrino, el Príncipe Hisahito, quien en abril ingresará a la Universidad de Tsukuba, comentó que se siente esperanzado de que esta nueva etapa le ayude a crecer como persona, al interactuar con diferentes personas y reflexionar sobre su futuro.
Además, el Emperador abordó un tema sensible: los comentarios negativos y críticas en redes sociales dirigidos hacia la familia imperial. Sin mencionar casos específicos, advirtió sobre el impacto que pueden tener las palabras y pidió que las personas sean conscientes de cómo sus opiniones pueden herir a otros.
“Es importante recordar que expresar opiniones sobre otras personas puede, en ocasiones, herir sus sentimientos o afectar su posición. Espero que podamos construir una sociedad donde, a pesar de nuestras diferencias, haya respeto y consideración mutua”, señaló.
Un mensaje de unidad y reflexión
El Emperador cerró su discurso con un llamado a la tolerancia y el respeto mutuo, deseando que Japón siga avanzando hacia una sociedad donde las personas puedan convivir en armonía, sin importar sus diferencias.
Su mensaje en este aniversario refleja no solo la memoria del pasado, sino también su deseo de que el futuro de Japón continúe guiado por la paz, la comprensión y el respeto entre las personas.
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