La oración es obligatoria: el lema detrás del video que enfureció a los japoneses


📍Tōkyō | 26 de diciembre


Un video grabado dentro del histórico Tōdai-ji, en Nara, se ha viralizado en redes sociales japonesas. En las imágenes, un hombre musulmán aparece realizando una oración islámica (salat) en el interior del recinto del templo, un sitio sagrado del budismo y Patrimonio de la Humanidad.

La escena desató una oleada de críticas y comentarios de indignación entre usuarios japoneses, quienes califican el acto como una falta de respeto cultural y religiosa, más que como una simple expresión de fe. Para muchos, el problema no es la religión del visitante, sino el lugar elegido: un templo budista activo, con reglas claras de conducta, silencio y respeto ritual.

En Japón, los templos no son espacios “neutrales” ni genéricos de espiritualidad. Son lugares de culto específicos, con prácticas, símbolos y significados propios. La percepción dominante en redes es que rezar según otro rito dentro de un templo budista equivale a imponer una práctica ajena en un espacio que no le corresponde, rompiendo la armonía (和・wa) que se espera de todo visitante.

La polémica se intensificó porque el video no muestra un momento de recogimiento discreto, sino una acción visible en un lugar concurrido, lo que muchos interpretaron como una transgresión consciente de las normas culturales japonesas, especialmente sensible en una ciudad como Nara, símbolo histórico y espiritual del país.

 
 


 Mensaje del video


El mensaje, escrito en indonesio, afirma que en Japón no existen salas de oración y que, aun así, el rezo islámico (salat) es una obligación que debe realizarse sin interrupción. La frase se presenta como una afirmación general, sin matices ni contexto, y transmite una idea de deber religioso ineludible.

Traducido al español, el texto sostiene que la práctica de la oración debe mantenerse incluso en ausencia de espacios habilitados, lo que puede interpretarse como un llamado a priorizar la obligación religiosa por encima de las condiciones o normas del entorno en el que se encuentra la persona.

Texto en idonesio (bahasa indonesia): “Ke Jepang Tak Ada Prayer Room! Sholat wajib Jalan terus!”

Traducción al español: “En Japón no hay salas de oración. ¡La oración (salat) es obligatoria, hay que seguir rezando!”

 

 
 


⚖️ Marco legal y cultural


Desde el punto de vista legal, Japón garantiza la libertad religiosa y no prohíbe profesar ni practicar ninguna fe. Sin embargo, esa libertad no es absoluta en cualquier espacio.

  • Los templos y santuarios son propiedad privada o religiosa, no espacios públicos neutrales.

  • Los administradores del recinto tienen derecho a establecer normas de uso y conducta.

  • Actos que interfieran con el propósito del lugar (culto budista, visitas, preservación cultural) pueden ser considerados uso inapropiado del recinto, aun sin constituir delito penal.

Desde el plano cultural, el estándar social japonés prioriza la adaptación del visitante al lugar que visita. Se espera observar, aprender y respetar. No se trata de censurar creencias, sino de no trasladar prácticas propias a espacios sagrados ajenos.

Por eso, aunque el acto pueda no ser ilegal, sí es socialmente reprobado, y puede derivar en restricciones futuras, señalización más estricta o incluso prohibiciones explícitas para evitar conflictos similares.

 


🧭 Claves del malestar social


  • ❌ No es islamofobia generalizada: la crítica se centra en el contexto y el lugar.

  • 🏯 El templo no es un “espacio multirreligioso”.

  • 🇯🇵 En Japón, el respeto se demuestra conteniendo la expresión propia, no exhibiéndola.

  • 📱 La viralización amplifica el choque cultural y endurece posturas.

 



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