TOKIO.- La Agencia de Asuntos del Consumidor, reportó que en el año fiscal 2022, el desperdicio de alimentos alcanzó un estimado de 4.72 millones de toneladas, una disminución del 9.8% respecto al año anterior.
Tanto los negocios relacionados con alimentos como los hogares contribuyeron cada uno con 2.36 millones de toneladas.
Si bien esta cifra representa la más baja desde que comenzó la medición en el año fiscal 2012, el impacto económico del desperdicio de alimentos se estimó en 4 billones de yenes.
El gobierno japonés había establecido un objetivo de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para el año fiscal 2030, en comparación con los niveles del año fiscal 2000 (2.73 millones de toneladas para negocios y 2.16 millones de toneladas para hogares).
NEGOCIOS
Los negocios ya han alcanzado su objetivo antes de lo previsto, logrando una reducción del 15.4% respecto al año anterior.
Por sectores, la industria de manufactura de alimentos contribuyó con 1.17 millones de toneladas, la industria de servicios alimentarios con 600,000 toneladas y la venta minorista de alimentos con 490,000 toneladas.
La reducción se atribuye a la disminución de la producción excedente debido al aumento de precios de las materias primas, la mejora en la precisión de las previsiones de oferta y demanda, y el fin de las restricciones de horario por la pandemia de COVID-19.
HOGARES
En cuanto al desperdicio de alimentos en los hogares, este disminuyó un 3.3% respecto al año anterior, con 1.02 millones de toneladas de alimentos descartados sin abrir, 1 millón de toneladas de restos de comida y 330,000 toneladas de desperdicio por eliminación excesiva de partes comestibles, como cáscaras de vegetales.
El desperdicio de alimentos genera una pérdida económica considerable, estimada en 4 billones de yenes.
DESGLOSE
En términos per cápita, esto equivale a que cada persona en Japón desperdicia aproximadamente 38 kg de alimentos al año, con un costo diario de 88 yenes.
La disminución en el desperdicio de alimentos por parte de los negocios se ha logrado gracias a la mejora en las previsiones de oferta y demanda, la flexibilización de los plazos de entrega de los fabricantes a los minoristas y la implementación de iniciativas como la compra preferente de productos cercanos a su fecha de caducidad en tiendas de conveniencia.
A pesar de las reducciones logradas, el desperdicio de alimentos en los hogares aún no ha alcanzado el objetivo de 2.16 millones de toneladas.
La pandemia de COVID-19 y el aumento del tiempo en casa han influido en la cantidad de desperdicio generado por los hogares.
El gobierno, a través de la Agencia de Asuntos del Consumidor, el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca, y el Ministerio del Medio Ambiente, continuará promoviendo iniciativas para reducir el desperdicio de alimentos en los hogares y fomentar donaciones a bancos de alimentos.
EL DATO
La ministra a cargo de asuntos del consumidor, Jimi, destacó la necesidad de seguir trabajando tanto con negocios como con consumidores para reducir aún más el desperdicio de alimentos y establecer nuevos objetivos de reducción.
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