OSAKA.- La policía prefectural arrestó en flagrante delito a un joven de 18 años que se hacía pasar por estudiante de secundaria.
El incidente comenzó cuando los agentes descubrieron un coche robado conducido por el sospechoso, iniciando una persecución.
La persecución comenzó en una avenida principal de la ciudad ubicada en la región de Kansai.
Al percatarse de la presencia policial, el sospechoso comenzó a huir ignorando semáforos y conduciendo de manera errática.
La policía encendió las sirenas y comenzó a seguirlo. El coche robado, un ligero automóvil amarillo, finalmente se detuvo en un semáforo cerca de una zona comercial muy concurrida.
En ese momento, los agentes bloquearon su camino con la patrulla, saliendo rápidamente del vehículo.
Uno de los policías rompió la ventana del coche con su bastón. El sospechoso intentó continuar su huida, embistiendo la patrulla y chocando contra un taxi cercano.
La policía respondió rociando gas lacrimógeno a través de la ventana rota, lo que obligó al sospechoso a salir del coche.
En el forcejeo que siguió, uno de los agentes inmovilizó al sospechoso con una técnica de judo conocida como «kesa-gatame» (control de cinturón).
Durante este tiempo, los agentes pidieron a los transeúntes que llamaran al número de emergencia 110 para informar sobre el incidente.
Los transeúntes, sorprendidos por la petición, finalmente realizaron la llamada.
El arresto del sospechoso causó gran conmoción entre los testigos.
Según los informes, alrededor de diez patrullas policiales y unos veinte agentes se desplazaron al lugar, bloqueando las calles adyacentes.
EL DATO
El detenido fue detenido bajo sospecha de obstrucción a la justicia. Podrían ampliarse los cargos conforme se desarrollen las investigaciones.
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