📍Manila | 29 de abril de 2025
El primer ministro japonés Ishiba Shigeru el presidente de Filipinas Ferdinand Marcos Jr. sostuvieron este lunes una importante cumbre bilateral en el Palacio Presidencial .

La reunión, que se extendió por cerca de 85 minutos, reflejó el fortalecimiento de una relación que ambos líderes describieron como en camino a una “edad dorada” para la cooperación entre sus naciones.
La visita de Ishiba, la primera de un jefe de gobierno japonés a Filipinas en 25 años, inició con una ceremonia oficial de bienvenida, donde Marcos Jr. subrayó la profundización de los lazos estratégicos.
A su vez, Ishiba agradeció la cálida hospitalidad y destacó que ambos países comparten valores fundamentales como el respeto al estado de derecho, lo que les convierte en aliados naturales en un contexto regional de crecientes tensiones.
Antes de iniciar el diálogo formal, Ishiba también ofreció sus condolencias por un incidente ocurrido días atrás durante un evento de la comunidad filipina en Vancouver, gesto que fue recibido con gratitud por Marcos.
Seguridad y Defensa: Expansión de la cooperación bilateral
Uno de los principales focos de la cumbre fue la cooperación en materia de defensa y seguridad. Los mandatarios celebraron los avances hacia la entrada en vigor del Acuerdo sobre Facilitación de Actividades Militares (RAA), que permitirá operaciones conjuntas más fluidas.
Además, acordaron iniciar negociaciones para un Acuerdo de Intercambio Logístico (ACSA), un pacto que facilitaría el apoyo mutuo de suministros y servicios durante misiones de defensa y respuesta ante emergencias. Ambos líderes también recalcaron la urgencia de firmar un acuerdo de protección de información sensible, esencial para operaciones conjuntas.
Japón se comprometió a seguir fortaleciendo las capacidades de seguridad de Filipinas mediante apoyo técnico, cooperación en equipos de defensa, expansión de infraestructura para guardacostas y ejercicios conjuntos no solo bilaterales, sino también trilaterales junto con Estados Unidos, reforzando así el pilar estratégico del Indo-Pacífico libre y abierto.
Desarrollo Económico: Impulso a la resiliencia filipina
En el ámbito económico, Ishiba expresó la voluntad de apoyar firmemente el objetivo de Filipinas de convertirse en un país de ingresos medianos-altos, aprovechando la experiencia tecnológica y financiera japonesa.
Entre los proyectos destacados, se discutió el avance de:
•El despliegue de redes de telecomunicaciones 5G mediante cables submarinos y tecnología de Open RAN, con respaldo del Banco Japonés para la Cooperación Internacional (JBIC).
•El fortalecimiento de la infraestructura de Gas Natural Licuado (GNL) en Filipinas, crucial para diversificar su matriz energética.
•El desarrollo conjunto de una cadena de suministro energética resiliente en el marco de la iniciativa Asia Zero Emissions Community (AZEC).
En materia de recursos naturales, ambos líderes coincidieron en la importancia de garantizar un entorno empresarial estable para proyectos mineros de níquel y otros minerales críticos.
En cuanto a prevención de desastres, Japón anunció su disposición para ayudar en el diseño de sistemas de alerta temprana y mejoras en control de inundaciones, aprovechando su experiencia en gestión de riesgos naturales. También se habló de fortalecer el comercio agrícola y de acelerar proyectos de infraestructura a través de asociaciones público-privadas.
Escenario Regional: Rechazo a cambios unilaterales y defensa del multilateralismo
Los líderes examinaron los crecientes riesgos que suponen las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, reconociendo el impacto directo que estos conflictos tienen en las economías del sudeste asiático y en las inversiones japonesas en la región.
Asimismo, reafirmaron su rechazo a los intentos de modificar el statu quo en el Mar de China Meridional y el Mar de China Oriental mediante el uso de la fuerza, en clara referencia a las acciones de Beijing.
En este contexto, ambos países se comprometieron a profundizar su cooperación trilateral con Estados Unidos, reforzando la presencia de un orden basado en reglas en el Indo-Pacífico.
Compromiso Cultural: Invitación a la Expo 2025 Osaka-Kansai
Finalmente, Ishiba aprovechó la oportunidad para invitar al presidente Marcos y a los ciudadanos filipinos a visitar la Exposición Universal Osaka-Kansai 2025, que abrió sus puertas el pasado 13 de abril. Marcos expresó su apoyo al evento y deseó el mayor de los éxitos a Japón en su organización.
Un vínculo en ascenso
La cumbre de Manila no solo reforzó la alianza bilateral, sino que también envió un claro mensaje de compromiso mutuo en un contexto geopolítico de alta volatilidad. Tanto Japón como Filipinas apuestan por ampliar sus capacidades de defensa, aumentar su resiliencia económica y defender el orden internacional basado en normas.
Este encuentro marca un nuevo capítulo en la relación entre Tokio y Manila, construida sobre la base de la cooperación estratégica, el respeto mutuo y una visión compartida de paz y prosperidad para la región.
Filipinos en Japón: Presente, retos y contribuciones
La comunidad filipina representa uno de los grupos de inmigrantes más numerosos y dinámicos en Japón.
A lo largo de las últimas décadas, su presencia ha crecido de forma constante, contribuyendo no solo a la diversidad cultural del país, sino también a sectores económicos estratégicos como el cuidado de personas mayores, la industria de servicios, el entretenimiento y la manufactura.
¿Cuántos filipinos viven en Japón?
Según los últimos datos del Ministerio de Justicia de Japón:
•A finales de 2024, residían en Japón aproximadamente 300,000 personas de nacionalidad filipina.
•Son la tercera comunidad extranjera más grande después de los vietnamitas y los chinos.
De estos, una parte importante son residentes permanentes, mientras que otros son trabajadores técnicos, estudiantes o cónyuges de ciudadanos japoneses.
Características de la comunidad
•Diversidad de estatus: La comunidad incluye tanto a trabajadores migrantes como a personas casadas con japoneses, así como a sus hijos nacidos en Japón (segunda generación).
•Mujeres filipinas: Hay una fuerte presencia femenina, debido en parte a matrimonios mixtos y al empleo en el sector de cuidados de larga duración (kaigo).
•Idiomas: Muchos filipinos en Japón son bilingües o trilingües, hablando tagalo, inglés y japonés, lo que facilita su inserción laboral pero también plantea retos educativos para sus hijos.
Áreas de concentración
Las principales zonas donde reside la comunidad filipina en Japón incluyen:
•Prefectura de Kanagawa (especialmente en Yokohama y Kawasaki)
•Prefectura de Aichi (Nagoya y alrededores)
•Tokio y Saitama
•Osaka y Hyogo
En estas áreas, la comunidad ha establecido iglesias, escuelas complementarias y negocios filipinos como restaurantes y tiendas de productos típicos.
Retos actuales
A pesar de sus contribuciones, la comunidad filipina enfrenta diversos desafíos:
•Acceso a educación y servicios sociales: Las barreras del idioma y la diferencia de sistemas dificultan el acceso a programas educativos, sanitarios y de asistencia.
•Integración laboral: Aunque muchos trabajan en sectores esenciales, algunos sufren de inestabilidad laboral o subempleo respecto a sus cualificaciones.
•Discriminación: Existen reportes de experiencias de discriminación o estereotipos en el ámbito laboral y social.
•Regularización de estatus: Algunos miembros de la comunidad enfrentan problemas de visa, especialmente quienes han entrado o permanecido de manera irregular.
Fortalezas y contribuciones
A pesar de las dificultades, la comunidad filipina:
•Aporta enormemente en el sector del cuidado de ancianos, un área crítica dada la rápida envejecimiento de la población japonesa.
•Enriquece la vida cultural japonesa con festivales, eventos religiosos (como las celebraciones de Simbang Gabi en Navidad) y actividades comunitarias.
•Fomenta el intercambio humano y cultural, sirviendo como puente vivo entre Japón y Filipinas.
•Participa activamente en iniciativas de ayuda en desastres naturales, tanto en Japón como apoyando a su país de origen en tiempos de crisis.
Relaciones oficiales
Japón y Filipinas han firmado varios acuerdos para proteger los derechos de los trabajadores filipinos en Japón, incluyendo programas de formación de cuidadores (kaigoryugakusei) y tratados sobre el reconocimiento de certificados técnicos y de enfermería.
Además, la Embajada de Filipinas en Tokio y los Consulados en otras ciudades (como Osaka y Nagoya) organizan regularmente clínicas legales, asesorías migratorias y eventos culturales para su comunidad.
En síntesis:
La comunidad filipina en Japón no solo es una de las más antiguas y numerosas, sino también una de las más resilientes y activas. A medida que Japón busca abrirse más a la migración para hacer frente a sus desafíos demográficos, el papel de los filipinos será cada vez más crucial tanto en la economía como en la construcción de una sociedad japonesa más diversa e inclusiva.

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