Takaichi Sanae se aleja del sueño de ser la primera primera ministra de Japón
📍Tōkyō, 10 de octubre
En el Parlamento japonés, los números han comenzado a definir un destino político que parecía posible pero que, una vez más, se desvanece: Takaichi Sanae, ministra de línea dura del Partido Liberal Democrático (PLD), podría perder la votación que la habría convertido en la primera primera ministra del país.
De los 193 legisladores del PLD, la mayoría se mantiene fiel a Takaichi. Pero la oposición se ha movido con precisión quirúrgica: el Partido Democrático del Pueblo (27), el Partido Ishin (38) y el Partido Democrático Constitucional (148) formarían un bloque de 213 votos, suficiente para imponer al centrista Yuichiro Tamaki como nuevo primer ministro.
El Komeito (24), antiguo socio del PLD, rompió la coalición esta semana, indignado por la falta de compromiso del partido de gobierno para abordar los escándalos de recaudación de fondos que han sacudido su reputación. Decidieron votar por su propio líder, sellando así el aislamiento político de Takaichi.
Citando fuentes dentro del Parlamento, diferentes medios señalan que la negativa de Takaichi a aceptar las exigencias de transparencia planteadas por Komeito fue el error decisivo.
“Se aferró a su base conservadora, pero perdió el puente de la moderación”, comenta un analista político en Tokio.
👩💼 El peso simbólico de una figura femenina
Takaichi no era solo una candidata más: representaba el anhelo de millones de mujeres japonesas que sueñan con ver a una líder romper las barreras del poder en una sociedad donde apenas el 10% de los cargos parlamentarios están ocupados por mujeres.
Desde 1947, Japón ha tenido más de 100 gobiernos diferentes, pero ni uno encabezado por una mujer. Aunque figuras como Yuriko Koike, actual gobernadora de Tokio, o Renhō, exlíder del Partido Democrático, han alcanzado notoriedad nacional, ninguna ha logrado dar el salto a la cúspide del poder ejecutivo.
“Japón sigue siendo un país donde la política tiene rostro masculino”, señala la profesora Akiko Hashimoto, experta en estudios de género. “Takaichi representaba un cambio de paradigma, incluso si su discurso era conservador”.
🗳️ El escenario que se perfila
Si las alianzas opositoras se consolidan, Yuichiro Tamaki asumirá el liderazgo, comprometiéndose a gobernar con apoyo del CDP e Ishin, siempre que acepten su línea firme en seguridad nacional y defensa.
Para el PLD, sería una derrota simbólica y estratégica, comparable a las crisis de 1993 y 2009, cuando el partido perdió el poder brevemente.
Para Takaichi, una oportunidad perdida que podría no repetirse, pues su figura, aunque influyente, polariza tanto dentro como fuera de su partido.
🌸 Reflexión final
Japón, una nación que lidera en tecnología, economía y diplomacia, sigue en deuda con la representación femenina en la política.
El caso de Takaichi demuestra que el cambio en la estructura del poder japonés no depende solo del voto o del mérito, sino también de la voluntad de romper con la tradición.
El país estuvo a punto de escribir una nueva página en su historia… pero el capítulo, por ahora, quedó inconcluso.

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