TOKIO.- El influencer alemán conocido como  Streichbruder Sigma, ha generado controversia al realizar filmaciones no autorizadas en espacios públicos de Tokio, infringiendo diversas normativas locales.

El menor de 17 años compartió vídeos donde se le aprecia con un parlante portátil y emitiendo música registrados al interior del tren Yamanote, la línea de metros Marunouchi, en estaciones de Shibuya, el parque Yoyogi, la avenida Centergai y el famoso cruce vehicular y peatonal de Shibuya.

 


📜 Contexto


En Japón, la grabación en espacios públicos está regulada por varias leyes y ordenanzas, especialmente en áreas como parques, calles y zonas comerciales.

Por ello en Tokio suelen requerir permisos para actividades de filmación, especialmente si son de carácter comercial o involucran equipos profesionales.

Filmar sin autorización puede considerarse una violación de las normas de uso del espacio público, lo que podría resultar en multas o sanciones administrativas.

Del mismo modo, aunque  la fotografía en espacios públicos no está explícitamente prohibida, la publicación de imágenes de personas identificables sin su consentimiento puede infringir sus derechos de privacidad.

En Japón, si una persona es claramente reconocible en una imagen y esta se difunde sin su permiso, especialmente si la imagen puede causar daño a su reputación o privacidad, el fotógrafo podría enfrentar demandas civiles por daños y perjuicios.

De otro lado, ingresar a propiedades privadas o áreas restringidas sin permiso, y negarse a salir tras ser solicitado, puede constituir el delito de entrada no autorizada.

Además, filmar a menores en espacios como parques o escuelas sin el consentimiento de sus padres o tutores es especialmente delicado en Japón.

La ley japonesa prioriza la protección de la privacidad de los menores, y la grabación no autorizada de estos puede resultar en sanciones severas.

 


 

 


¿Quién es?


Streichbruder, cuyo nombre real es Simon Both, es un influencer alemán nacido en 2007 en Bad Endorf, en la región de Baviera.

Tiene 17 años y se ha hecho muy famoso en redes sociales gracias a sus bailes y acrobacias (como los saltos mortales o backflips) en lugares públicos muy concurridos, como estaciones de tren o calles en ciudades del mundo.

En sus videos, siempre lleva una gran caja de sonido con luces que van al ritmo de la música. Suele usar como fondo la canción viral “Sigma Boy”, del dúo ruso Betsy y Maria Yankovskaia.

La palabra “Sigma Boy” viene del concepto de “sigma male”, que en internet se usa para describir a un hombre que es independiente, autosuficiente y que no sigue las reglas sociales comunes.

Simon usa ese apodo, pero ha dicho que lo hace más como una broma que como algo serio.

Además de sus videos, también lanzó su propia canción llamada “Sigma Energy”, que se puede escuchar en plataformas.

En octubre de 2024, logró un récord mundial Guinness al hacer 19 backflips en 30 segundos durante la Feria del Libro de Frankfurt.

Actualmente, Simon sigue estudiando en una escuela técnica superior, pero quiere dedicarse de lleno a su carrera como influencer y también probar suerte en la música y la creación de contenido a nivel internacional.

 


Marco legal


El comportamiento del influencer ha sido duramente criticado en redes sociales por residentes japoneses que consideran que el joven está faltando el respeto a las normas de convivencia del país. Pero más allá del debate social, el influencer podría enfrentar sanciones legales por varias infracciones.

 


¿Qué leyes japonesas podría estar violando?


1. Ley de Parques y Espacios Públicos (都市公園法 – Toshi Kōen Hō)

•Los parques públicos en Japón tienen normas estrictas sobre el uso del espacio, y cualquier actividad que perturbe la tranquilidad o altere el orden (como música a alto volumen o filmaciones con equipos) requiere autorización previa.

•Sanción posible: multas administrativas o expulsión del lugar. En casos reincidentes, la policía puede actuar por perturbación del orden público.

 

2. Ley de Tránsito Vial (道路交通法 – Dōro Kōtsū Hō)

•Usar altavoces o realizar espectáculos en la vía pública sin permiso especial de la comisaría local se considera una infracción al orden del tránsito.

•Además, si obstruye el paso de peatones o vehículos, puede ser tratado como obstrucción de paso (通行の妨害 – tsūkō no bōgai).

•Sanción posible: advertencia, multa administrativa o detención breve si hay desobediencia.

 

3. Reglamento sobre Uso del Espacio Público (公共の場の利用規制)

•Grabar videos con fines comerciales o de entretenimiento en zonas públicas como estaciones de tren o parques urbanos, sin permiso de las autoridades, infringe regulaciones locales.

•Esto es más grave si en los videos aparecen personas sin su consentimiento o si se afecta el entorno (por ejemplo, interrumpiendo el uso normal del lugar).

•Sanción posible: multas o incluso medidas judiciales por uso indebido del espacio público.

 

4. Derecho a la privacidad y al honor (肖像権 y 名誉毀損罪)

•Grabar a personas sin su consentimiento y publicar los videos puede considerarse una violación del derecho a la imagen (肖像権 – shōzōken).

•Si la publicación genera humillación o incomodidad, se puede argumentar difamación (名誉毀損 – meiyokison).

•Sanción posible: demandas civiles por daños y perjuicios, o incluso una querella penal.

 


¿Puede ser juzgado siendo menor de edad?


Sí, aunque Japón tiene leyes que protegen a los menores de edad (menores de 20 años), si el acto causa molestias públicas o infringe normas locales, la policía puede emitir advertencias formales, interrogar al menor en presencia de tutores y notificar a su embajada. Si se tratara de un adulto, las sanciones serían más severas.

 


¿Hay antecedentes similares en Japón?


Sí. En los últimos años, varios creadores de contenido extranjeros han enfrentado problemas por comportamientos similares:

•2023: Un streamer canadiense fue expulsado de Japón por grabar bromas pesadas en estaciones de tren y molestar a pasajeros.

•2024: Un grupo de youtubers británicos fue multado por grabar en el cruce de Shibuya con altavoces y sin permiso.

•En ambos casos, las autoridades japonesas advirtieron que este tipo de actos dañan la imagen del turismo responsable.

 


En síntesis


El caso de Streichbruder Sigma no solo muestra una falta de comprensión de la cultura japonesa, sino también una posible infracción de múltiples normativas.

Las autoridades locales podrían emitir advertencias, imponer multas o incluso iniciar procesos administrativos o penales si el comportamiento persiste.

En Japón, el respeto al espacio público y a los demás no es solo una norma social: está respaldado por leyes estrictas.

Por eso, los creadores de contenido deben informarse y actuar con responsabilidad al producir videos en el territorio japonés.

 


 


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